... Bara[c]k Obama. Por fin se ha terminado el coñazo electoral estadounidense, que comenzó desde el surgimiento de Obama como posible candidato en la carrera hacia la Casa Blanca, presentado por John Kerry –curiosa justicia poética la de que un café con leche haya terminado en la Casa Blanca–, hará aproximadamente unos dos años. Obama se deshizo de su competidora Hillary Rodham Clinton en los correspondientes caucus y congresos del Partido Demócrata.
Y bien, después de una campaña electoral que se nos ha hecho larguísima, llegó el día de las elecciones y triunfó el Yes, we can. El triunfo de Obama tiene mucho de simbólico por el hecho de que por primera vez y en una nación donde hasta hace cuatro días los negros sólo valían para las pruebas de atletismo, el claqué y las series de televisión con actores exclusivamente de raza negra (¿se acuerdan de Cosas de casa y de Steve Urkel, cuya versión carpetovetónica es Pepiño Blanco? Pues eso) llega a la Presidencia del país alguien que no es WASP.
Parece así que el camino que emprendió Rosa Parks al negarse en 1956 a ceder su asiento de autobús a un blanco, el que emprendió James Meredith en 1962 como primer estudiante universitario de color, o el de Martin Luther King al decir a sus correligionarios I have a dream ha llegado a su fin. En eso tienen razón los diarios. Igual que la tendrían si la ganadora hubiera sido Hillary Rodham Clinton. Claro que eso ya no sería tan raro, porque Gran Bretaña tuvo a Margaret Thatcher antes y Alemania está siendo llevada con pulso firme por Angela Merkel. En eso hay que coincidir que estamos ante «un momento histórico».
Ahora bien, más allá de eso no creo que tenga más o menos importancia el color de su piel. Importará o no que sea un buen presidente para su país. E importará que, por la parte que nos toque, las decisiones que tome o en las que participe redunden en beneficio de todo el mundo. Cuando se apaguen las luces de la fiesta, se recojan los confetis del suelo y se pase la resaca de la euforia electoral, veremos de qué pasta está hecho este nuevo presidente de los USA.
Por de pronto, no creo que haga una política especialmente afro o coloreada al menos con ese tinte. Será, en el mejor de los casos, la que necesiten los USA. Y ahí tendrá que demostrar que en su paso por Harvard no se dedicó a contemplar los jardines y a fumar hierba. Los estadounidenses no le exigirán más que a los presidentes anteriores sólo por su color; pero tendrá que cumplir con ellos. Que en estos casos, los estadounidenses son menos viscerales que los europeos.
Y hablando de vísceras europeas, llama la atención los elogiosos epítetos que se le van dirigiendo desde Moncloa. ZP le considera prácticamente «de la familia» y se postula como «su amigo fiel». ¡ZP, quién te ha visto y quién te ve! Hace cuatro años infligiste tres ofensas al pueblo de los USA: no levantarte al paso de su bandera, siquiera fuera en señal de respeto, como todos los demás; retirar las tropas españolas de Irak cuando más se las necesitaba; e invitar (o más bien arengar) a los otros países presentes en Irak a que hicieran lo mismo que tú. Tres ofensas que el pueblo de los Estados Unidos no ha olvidado.
Y así te ves ahora: como un perro vagabundo y pulgoso, junto al que nadie quiere estar. Como aquel mendigo que va pidiendo: «Una foto, por caridad». Como un mal remedo del Richard III de Shakespeare:
A pic! A pic! My kingdom for a pic!
Y por mucho que desde Moncloa y Ferraz jaleen a Obama, intentando presentarle como «progresista», como «uno de los suyos», mucho me temo que se les va a acabar pronto la alegría. Por de pronto, aunque no ha trascendido gran cosa de su programa, opina que los gays pueden casarse, pero que a su relación no se le puede llamar matrimonio y que eso le está reservado a la unión heterosexual. Valga este detalle como muestra de la distancia que hay de lo que los progres de aquí piensan que va a ser Obama a lo que puede resultar ser al final.
Y aún otro: no es probable –según se dice en medios USA– que Obama retire de un plumazo las tropas destacadas en Oriente Medio. Es posible que las traslade de Irak a Afganistán y que además, pida colaboración a los demás Estados al efecto de contribuir con hombres y armas (me imagino que nuestro inefable ZP se presentará voluntario para mandar tropas a los lugares de peligro mientras aquí intenta vender lo de las misiones de pazzzzzz).
Finalmente, un detalle del que deberían tomar nota muchos politicuchos de tres al cuarto de nuestro sufrido país. El candidato perdedor, John McCain, en su discurso final de aceptación de la derrota, dijo a sus seguidores entre otras cosas: «Deseo que Dios acompañe al hombre que fue mi rival y será mi presidente». ¿Alguno de ustedes recuerda algo así de un candidato perdedor en unas elecciones en España, a cualquier nivel? No es infrecuente verles con la sonrisa forzada, el colmillo retorcido y con cara de pensar: «Deseo que te pegues un buen estacazo y convoques pronto elecciones, que de tus errores haré yo mi programa». Claro que allí, blancos, negros, hispanos o chinos, son todos estadounidenses. Aquí… ejque semo' asín.
Aguador:
ResponderEliminarLo primero, comparto al 100% tu sentimiento de "por fin se ha acabado el coñazo de las elecciones USA", ¡Parece que llevan años en campaña electoral!
Y por otro lado, como dice mi primo, socialista él: "Un yanqui siempre será un yanqui". Y tiene razón, por eso creo que no vamos a notar mucha diferencia entre uno y otro. Los ingenuos que creían que Obama era el Mesías se van a llevar una decepción enorme.
Y España seguirá sin pintar nada. Con o sin Obama, y gracias a Zp.
PD: Agradecimiento a Pepiño por su generoso gesto, su sacrificio personal, de no haber opinado durante la campaña americana a fin de no condicionar el voto de los ciudadanos estadounidenses. Allí, donde Pepiño es un héroe casi equiparable a Lincoln o Washington, su gesto ha sido muy valorado. No se habló de otra cosa. Thank you, Pepiño!
Daniel:
ResponderEliminarEso es... Graciñas, Pepiño!
xDDDD
Saludos,
Aguador
Mientras esto va cada vez a peor Zapatero sigue con sus divertimentos variados.
ResponderEliminarTambién es verdad que es algo lógico y totalmente de perogrullo que las ocupaciones de nuestro presidente como Lider Mundial no le dejan tiempo para intentar encontrar soluciones a una crisis que ha dejado en la calle a más personas que en Estados Unidos y el Reino Unido juntos.
Una crisis que hace unos meses no existía, pero que ahora sí existe, es culpa de Bush y se están tambaleando los cimientos del capitalismo como lo hemos conocido hasta hoy en día. Se está produciendo una refundación del capitalismo, está naciendo una Nueva Era, un Nuevo Amanecer socialdemócrata, y Zapatero es el Lider Mundial que está pilotando ese cambio.
Los asistentes a la Cumbre del G-20estarán entretenidos con tan pintoresco personaje.
Amigo Melvin:
ResponderEliminarZP cree que con Obama no tendrá que arrastrarse y mendigar favores como lo ha tenido que hacer con Bush. Cree que es "uno de los nuestros". Por eso tiene tanto interés en presentarse como... Salvador-Refundador del Capitalismo (quién le iba a decir a él, que se presentó siempre como "rojo"). Menuda desilusión se va a llevar el pobre...
xDDDDD
Saludos,
Aguador