Empleada 1 (hablando por el móvil): ¿Ah, sí? ¿Entonces Pepita le arreó un sartenazo en la cabeza cuando él le confesó que le había puesto los cuernos? No me digas... Ah, pero yo sé que ella también le puso los cuernos, porque el otro día me encontré con una amiga de muchos años y me comentó que Carmencita andaba con un señor que le pagaba el piso y las vacaciones y que ya le estaba diciendo que si se venía ella con los niños y dejaba al capullo de su marido y...
Cola: ¡Vengaaaaaaaaaa, que es pa' hoy! ¡Que no tenemos todo el día! ¡Será posible! ¿Es usted socia de honor de la timofónica o qué?
Empleada 1 (protestando): Pues es que mi cuñada me está contando un caso muy escabroso. ¿Pueden esperar un poco, por favor?
(Se oyen resoplidos de resignación)
Empleada 1: Sí, es que tengo cola aquí esperando, pero tú cuenta, cuenta, que ellos se esperan también. (Sigue la conversación telefónica). Ajá... Sí, claro, varios puntos de sutura. ¿Y luego se reconciliaron? (Con mucho aspaviento). ¿¿¿Se lo dijo??? ¡Qué horror, Mari, qué horror! Pero se reconciliaron, que es lo que cuenta. ¿Qué me dices? ¿Ahora van a un consejero matrimonial? Pues no sé yo, ¿eh?, no sé yo... Porque la vecina del cuarto me dijo que fue a un consejero de ésos y no creas que le fue tan bien. Ah, ¿pero les pone deberes? Bueno, me lo cuentas más tarde que aquí tengo a mi supervisor y tiene cara de enfadado.
Supervisor: La cola se alarga hasta el final del establecimiento. Queda usted despedida, señorita. (Se oye una tempestad de aplausos).
¿Alguna vez han pasado una situación parecida?
jajaja..no ni nada parecido, Aguador... pero creo que empleada numero uno, se paso de raya con la confianza y patudes!!!
ResponderEliminarbueno, mucho cariño, y que tengas buena semana
Pia
Ayer, en la cola de una tienda de ropa, la señora que estaba delante de mí contaba vida, obra y milagros de su hermana y algún extraño quítame allá esas pajas que tuvieron, lo cual les llevó a tirarse varios años sin dirijirse la palabra, muy a pesar de la indignación de la susodicha señora, que se quejaba, fíjate tú, de que ella había dado el biberón a su hermana (de ingratos está el mundo lleno).
ResponderEliminarTras cuarto de hora de animada cháchara la señora se fue la mar de ufana y a la dependienta, que había seguido con cara de cínica mi festival de muecas varias, intentó disculparse diciéndome que tenía clientas que hablaban mucho y que qué iba a hacer ella, sino escucharlas, con rostro compungido.
Pero en realidad, la muy... estaba disfrutando.
Un saludo.
esas situaciones son malisimas
ResponderEliminares realmente un abuso de poder
cuando eso sucede, lo mejor es dejar la queja, por escrito y en la cara de la persona tambien
saludos ¡¡
Pues SI y NO, me ha pasado irme de un establecimiento porque la dependienta estaba dale que te pego al teléfono con su Cari o con su amiga Puri, pero no he visto nunca a un Señor Supervisor de esos cerca para darle el satenazo y que le pongan los puntos de sutura que hafa falta y bla bla bla... que nosotros también tenemos que desahogarnos joé!
ResponderEliminar(mas resoplidos de resignación)
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