17 de septiembre de 2009

Aviso

Por causas ajenas a la voluntad del autor, este blog dejará de publicar entradas hasta nueva orden. Se moderarán los comentarios para evitar las deposiciones progres.
Disculpen las molestias.

16 de septiembre de 2009

Mentiras y gordas

No hay como un buen zambombazo para responder a una provocación y además, injusta. Pues provocación y no otra cosa es el intento por parte de la Fiscalía de Madrid de empapelar al subdirector de El Mundo, Antonio Rubio, presuntamente por delito de «descubrimiento y revelación de secretos» en relación al 11-M. Así que hoy, en primera plana, El Mundo publica que el exjefe de los TEDAX, Juan Jesús Sánchez Manzano, admite haber destruido pruebas del 11-M. Sólo que él no las denomina pruebas, sino «muestras» (seguramente le pareció bueno el matiz).

Al margen de que su conducta pueda ser delictiva de por sí (cuando menos, estamos hablando de los arts. 408 o 451.2 del Código Penal), hay que caer en la cuenta de que si esto que dice ahora es verdad, en el juicio del 11-M mintió como un bellaco, lo cual acarrearía también la consideración del falso testimonio.

Dudando como dudo de que ese señor actuara sin cobertura de ningún tipo (es decir, por propia voluntad y sin encomendarse a nadie), la cuestión se centra en saber quién le dio la orden o le transmitió «la urgente necesidad» de deshacerse de las pruebas del delito. Y si tanto él como esa otra persona que le dio la orden o le transmitió lo que debía hacer formaban parte de una trama perfectamente organizada.

Por lo demás, el intento de empapelar al subdirector de El Mundo no es sino otro intento de acollonar a la prensa que todavía piensa que el cerebro no es una parte inútil del cuerpo. Lo mismo se diga de los ataques informáticos a Libertad Digital. O de los intentos de acallar a la blogosfera crítica con el Gobierno, bien mandando de clavos a los cyberpepiños, marmolejos y otras especies voladoras, picantes y malolientes, bien sea ordenando por la vía judicial la retirada de posts inconvenientes, como le ha ocurrido al amigo Caballero ZP. Un servidor de ustedes tiene la «suerte» de que no le consideran «importante», así que de momento este blog está bastante limpio… Ya veremos lo que nos dura la alegría.

11 de septiembre de 2009

No hi ha dret!

Hoy, Diada nacional de Catalunya, es un gran día. Permite ver con claridad quién forma parte de la tribu y quién, irremisiblemente, está fuera. Los que están dentro consideran la Diada como una especie de festa institucional, apta para pronunciamientos pomposos y coros y danzas varios. No es que el patio esté para muchas fiestas, ni mucho menos, sobre todo después de que nuestro ínclito Presidente, el bienamado, el jamás como se debe alabado ZP haya anunciado que nos va a subir aproximadamente 1.000 euros por barba los impuestos (de eso nos ocuparemos en otra entrada). Pero en Cataluña, naturalmente, somos figues d'un altre paner y lo que pase en Madrit a nosotros no nos importa demasiado (menos aún cuando eso que han dado en llamar «financiación» nos ha resultado extremadamente favorable).

Así, pues, la tribu ha disfrutado de un agradable día de celebración institucional, con sardana-aurresku incluida. Este último término tiene su explicación: hasta los que no son catalanes saben que la sardana es una danza colectiva, de forma que ha resultado sorprendente ver a Cesc Gelabert evolucionar él solito al son de una cobla en la versión catalana de «Dances With Ghosts».

¿He dicho «agradable»? Bueno, será mejor que me corrija. Ha habido una nota discordante. Y curiosamente, no se ha tratado de los komsomols de pa amb tomàquet (juventudes de ERC) lanzando monedas o cualesquiera otros objetos contundentes a los representantes del PPC en la ofrenda floral a Rafael de Casanova (el mito nacional de Catalunya). Nada de eso. Ni tampoco gritos contra la inminente sentencia del TC.

Y aquí es donde entran los que no forman parte de la tribu. Los emisarios de la realidad, en suma. Que protestan contra el Tripartito, oiga, que es de izquierdas (presuntamente). ¿Y de qué? Pues de que a pesar de que les votaran en su momento, las respectivas empresas (Nissan y Roca) les hayan botado por culpa de un ERE. ¡Si hasta han llamado «¡facha!» a Montilla! Es intolerable, naturalmente. No me cuesta nada imaginar las caras de asco de algunos y algunas de la tribu queriendo decir: «Pesta d'obrers! A què han vingut aquí?». Y lo mejor del caso es que a Carod se le ha ocurrido decir: «No hi ha dret!».

Y no, no hay derecho, señor Carod. No hay derecho a que no nos diga cuánto dinero recibe de Montilla para estar entretenido y no andar fastidiando (no se lo dice ni a los de CiU, con quienes comparte credo nacionalista, así que al resto de sufridos catalanes cabe suponer que ni agua). No hay derecho a que no sepamos en qué se gasta esa millonada (sí ha trascendido que es una pasta muy gansa, para desgracia de todos, suya y también nuestra, porque somos los paganos). Precisamente una de las bondades de la democracia es que los gobernados pueden saber sin género de dudas en qué se gastan el dinero los gobernantes (aquí entraríamos en otro debate: el de si lo que hay en Catalunya es democracia, régimen parlamentario o low-intensity democracy, si bien ése es un debate para el que no tenemos espacio aquí).

Claro que no hay derecho. No hay derecho a que usted se gaste en embajaditas y en «acción exterior de la Generalitat» (por citar algo de lo que ha trascendido) lo que está sobradamente demostrado que hace falta en el interior, precisamente para que obreros como los que hoy se han manifestado no se queden en la p… calle y con las posaderas al aire. Para que tengamos una red de trenes regionales y de cercanías como Dios manda. Para que las ciudades no se apaguen un mal día de un verano cualquiera. Para que Barcelona no se quede sin agua otro mal día de un verano cualquiera. Para que Tarragona pueda trasladar la estación del AVE a la ciudad en vez de ubicarse en un lieu dit. Para todo eso hace falta el dinero, señor Carod, y no para esas otras… cosas en que se lo gasta usted convencidísimo de que no tiene que dar cuentas a nadie.

Bien por los obreros por haber recuperado el carácter reivindicativo de la Diada. Aunque sea a contracorriente. Aunque no formen parte de la tribu. Aunque hayan estropeado la postal al establishment nacional-socialista gobernante.

12 de septiembre.- Me entero de que los obreros fueron curiosamente expulsados por los komsomols de pa amb tomàquet, llamándoles "fills de puta" e increpándoles con "treballeu, treballeu" (por lo tanto, soportando el insulto de unos descerebrados además de la injusticia de verse privados de su trabajo). ¿Razón? Los obreros restaban visibilidad a la "reivindicación política", que en la Diada es lo suyo. Así que los obreros vieron que de todos modos no cabían en la fiesta (a pesar de "ser catalanes" y formar parte del "pueblo") y se retiraron. Probablemente Montilla ya esté pensando en cómo arreglarles las cuentas por estropearle la postal...

10 de septiembre de 2009

Salvajes en Pozuelo


Dicen que en Pozuelo de Alarcón la especie que más abunda es el pijerío. Gentes bien, sin problemas (económicos, por lo menos). Un municipio rico, lleno de artistas del pelotazo y otras artes que a los demás mortales nos son vedadas porque no tenemos los contactos que hay que tener (aunque ese detalle no haga al caso). En todo caso, personas y familias aparentemente "estructuradas" y "bien integradas". Sus parties en el chalet de la sierra, sus vacaciones en Irlanda "para aprender inglés"... Nada fuera de lo normal en el contexto que hace al caso.

Y sin embargo, precisamente eso es lo que hace difícil entender las escenas que se ven en el vídeo. ¿Niños pijos comportándose como outsiders, como gamberros de la más baja estofa? ¿Adolescentes presuntamente "bien integrados" acollonando a la policía? Policía que, encima y aun temiendo por su vida, no puede hacer uso de sus armas de fuego para que no la acusen de "brutalidad policial" y para que los medios y opinadores progres, more suo, hablen de "métodos policiales franquistas" y del "necesario diálogo con la juventud" y todas esas patrañas pseudopedagógicas.

Hay quien dice que quienes prendieron la mecha "no eran del pueblo". Puede ser. Pero siguen en pie las preguntas que hacemos. Por otro lado, cuando el alcohol corre en cantidad llega un momento en que no importa quién encienda la mecha. Se enciende y es incontenible. El dispositivo policial era el "normal" para unas fiestas sin incidentes, pero en absoluto estaba preparado para lo que ocurrió el pasado sábado.

¿Qué hay detrás de todo esto? En mi modesta opinión y para empezar, hay padres incapaces o dimitidos. Padres que no se han preocupado, en líneas generales, de transmitir a sus hijos los valores del civismo y del respeto a los demás. Sospecho que más de uno (o una: no hay que ser sexistas) se ha criado frente a la televisión, que por lo general ofrece modelos éticos poco edificantes. Habría que investigar qué modelo repiten estos adolescentes. Puede que nos lleváramos alguna sorpresa.

Pero no solamente eso. Al parecer, se detuvo a unos cuantos, a los que se metió en el calabozo. Al día siguiente eran puestos en libertad "con cargos" (para que no hubiese la sensación de "impunidad total"). Da para sospechar que no se trataba de "niños pijos normales": parece que incluso entre los pijos hay clases. Yo no sé si ustedes recordarán un hecho o gamberrada en que intervino un hijo de Dominique de Villepin, ex-ministro francés de Interior. Pues bien: una vez que se supo de quién era hijo el gamberro, se le puso en libertad sin más trámite. y discreción total. Y sospecho que algo así ha ocurrido en Pozuelo.

Da para pensar bastante, digo yo. ¡Cuánto daño han hecho la LOGSE y la LOE!

8 de septiembre de 2009

La guerra imaginaria

Ayer saltaba la noticia: nuestro aguerrido Ejército español, defendiéndose, se ha cargado a trece talibanes. Que no son «delincuentes», como dice la Menestra de turno, sino «insurgentes», lo cual es muy distinto. Luego quiere decirse que no estamos en misión de paz, como incansablemente han repetido los menestros de la cosa desde Bono.

Ya en otro lugar defendimos que la actuación española en Iraq no fue sino la de reconstrucción del país, «nada de tirar tiros». Ni siquiera estábamos en zona de peligro bélico. Distinto era –y es– que nadie se haya molestado en explicar al pueblo español qué hacíamos en Iraq. Incluso Inocencio Arias, poco sospechoso de ser aznarista o cosa parecida, desbarata los embustes sociatas referidos a la guerra de Iraq. Recordemos el soberano ridículo que hizo ZP al sacar precipitadamente las tropas de Iraq e invitar a las demás potencias a que hiciesen otro tanto. Y el ostracismo y adelgazamiento de poder al que se condenó a España desde entonces (lo de no levantarse al paso de la bandera de los USA fue la gota que colmó el vaso, nada más).

Sin embargo, algo ha cambiado. A Morotinos Catavinos le llegó una noche la inspiración y, a la mañana siguiente, corrió presuroso a Moncloa a contársela a su jefe.

–A ver, Curro, cuéntame esa idea tan maravillosa que has tenido –le invitó ZP–.

–Bueno… verás, jefe –empezó él–. Resulta que es verdad que desde hace tiempo que en el mundo mundial no pintamos gran cosa. No fue una buena idea lo de ofender a los americanos, ni con lo de la retirada ni con lo de la bandera. ¿Estás de acuerdo, jefe?

–Mira, Curro… eso me lo pedía el cuerpo. ¡A ver por qué nadie puede toserle a los USA! Pero yo lo hice. ¡Yo! –aquí se dio varios golpes en el pecho con el pulgar–. Además, no te olvides que una parte de nuestra propaganda se basa en nuestro anti-americanismo y eso a ciertos sectores de la izquierda les gustó, ¿o no?

–Sí, Presidente –Moratinos se armó de paciencia viendo que ZP estaba inspirado esa mañana–. Y te ayudó a ganar las elecciones. Pero eso desde entonces no nos ha traído más que problemas fuera de casa. Si hasta a nuestros soldados, cuando los veían los de las otras potencias, les hacían la imitación de la gallina. No deberías consentirlo.

–¿Y qué quieres que haga? –replicó ZP–. Además, no es a mí a quien se lo hacen. Es a ellos. Y a mí el Ejército nunca me ha gustado.

–Claro –remachó Moratinos–. Por eso tu abuelo rojo era capitán y te casaste con la hija de un teniente coronel.

Touché. Lo admito. Pero no me gustan esos tipos de uniforme. Entonces –dijo ZP, en tono más perentorio–, ¿qué es lo que propones?

Moratinos respiró hondo y empezó a explicarse.

–Verás. Mi idea es que tenemos que ganarnos al nuevo presidente Obama, tenerlo un poco más de nuestro lado. Bush era malo malísimo, ya lo sabes, y así lo creen ahora en todo el partido. Pero Obama no es Bush y puede ser que eso a nosotros nos favorezca.

ZP enarcó una ceja. Moratinos prosiguió.

–Obama dijo que no sólo no era inmediato que los USA se fuesen de Afganistán, sino que además incrementaría el contingente de soldados destinados allí. ¿Qué mejor forma de mostrar nuestro apoyo y empezar a ganar puntos que enviar soldados allí y mandarlos a las zonas de mayor peligro?

Para cuando terminó Moratinos su exposición, ZP se había puesto de varios colores y su cara rozaba el púrpura.

–¡Eso es una barbaridad! –vociferó ZP–.Va contra mis principios pacifistas –Moratinos hizo ademán de sorpresa; no sabía que su jefe tuviese principios y menos que peleara por ellos– y sobre todo, contra toda la propaganda que hicimos de Iraq. ¿Qué vamos a decir a las bases del partido?

–Eso es muy sencillo, Presidente. Las bases tragarán con cualquier cosa que tú les digas. Sólo hay que presentarlas bien. Se les dice que Obama es progresista, que es la versión americana del PSOE y que la guerra de Afganistán, al contrario que la de Iraq, es legal. Nuestros propagandistas y mamporreros harán el resto.

ZP meditó un momento.

–¿Y las críticas?

–Eso es fácil de evitar. Todos los diarios que controlamos empezarán a decir que quien critique la decisión es antipatriota y que no está con el Gobierno de España. Y si te refieres a Rajoy, sabes que con dos palabras le tapas. No tiene mayor problema. Los nacionalistas no te criticarán porque como es una guerra de España y ellos «no se sienten españoles»…

A ZP se le oía pensar.

–Todo atado, ¿no? No me acaba de convencer porque siempre hemos sido muy antiamericanos y ahora tú propones comerle la salchicha al negro. Además, se me ocurre que tendremos otro problema: ¿cómo explicamos que mandamos tropas a Afganistán y que al mismo tiempo estamos en la Alianza de So-Mamones?

Al cabo de un momento, a ZP se le iluminó la cara con una sonrisa.

–¡Ya lo tengo! Hablaré con Carme, a ver si puede mandar unos cuantos lejías con un CETME de extranjis. Desde luego, aquí no diremos que estamos en guerra. No sería bueno para la moral del partido. Y no vamos a dar muchas explicaciones de lo que pase. No queremos a toda la jauría encima.

–¿Y los muertos?

–Ningún problema, Curro. Los traeremos de madrugada y nadie se va a enterar en el momento. Es lo mismo que hacían cuando la UCD enterraba a los muertos de la ETA, ¿no? Pues nosotros podemos hacer igual. Y si hay que ponerles una medallita, les pondremos cualquiera que no indique que estamos en guerra. Los padres estarán contentos igual.

–Vaya comparación, Presidente…

–Bueno, pues lo haremos así –dijo ZP, en un tono concluyente–. ¡Por Jakin y por Boaz! Creía que no llegaríamos a encontrar una solución al problema. Te mereces un descanso, Curro. Llamaré a Cebrián para que te escriba un panegírico en El País y a los chicos de Público para que te hagan un reportaje a todo color destacando lo buen político que eres.

–Gracias, Presidente. No merezco tanto honor…

–¡Que sí, hombre! –y al decir esto, ZP le dio una palmada en la espalda–. Venga, hoy tienes el día libre.

–Gracias, Presidente. Te mereces el premio Nobel de la Paz –repuso Moratinos, todo emocionado–.

–Bueno, venga… Vete, que me espera una jornada muy apretada hoy.

–Adiós, Presidente.

Y así nos va, desde entonces.

1 de septiembre de 2009

Censura 2.0

Aunque relativamente tarde, me entero de la noticia hoy 1 de septiembre. Han censurado un blog liberal por presentar las fotos y un texto «políticamente incorrecto». Y lo más curioso es que quienes aplauden con las orejas esta decisión son los mismos que «truenan contra el franquismo».

¿Dónde está la libertad? No lo sabemos. En España (hoy conocida también como República Federalista Asimétrica del Estado Español) hemos disfrutado muy poco de la libertad. Desde el cierre gubernativo y sin contemplaciones que se ejerció durante el franquismo (ése contra el que específicamente el socialismo ha vivido de puta madre y del que es su «digno» sucesor) hasta la censura «formalmente judicial» (sólo porque la orden la firma un juez, aunque venga de más arriba), los españoles de a pie raramente hemos conocido la libertad.

No me cabe duda que la censura sigue existiendo. Los parámetros han cambiado (o no tanto como parece), pero estamos en las mismas. No se puede criticar al Gobierno incluso con razón (es antipatriota). No se puede criticar al Rey tampoco y aunque sea con razón (atrévete y verás lo que te pasa). No se puede criticar el totalitarismo islamista (a los moros más vale no cabrearlos). No se puede criticar el totalitarismo nacionalista (si vives fuera de territorio nacionalista, «no reconoces el hecho diferencial»; si vives en territorio nacionalista, te condenan a la pena de muerte civil). No se pueden criticar las dictaduras de izquierdas, como la norcoreana, la cubana o la venezolana (eso es estar contra la libertad). No se puede criticar la deriva amoral del país (es retrógrado y ultramontano posicionarse, por ejemplo, en contra del aborto, que a un servidor le parece un asesinato)… Pero bueno, ¿de qué se puede hablar en este país y, sobre todo, quién puede hablar?

Desde luego, el amigo Caballero ZP «no puede». A Federico ya lo sentaron en los Tribunales y fue condenado por una jueza más delincuente que él, porque es prevaricación dictar a sabiendas una sentencia manifiestamente injusta. Sin embargo, en un país donde todavía existe la censura, mayor delito que la prevaricación es decir la verdad. Como decía Ivà (Historias de la puta mili) por boca de su personaje Sargento Arensivia: «En este país, por decir las verdades te llaman facha».

Y los que hoy prohíben y censuran eran los del «prohibido prohibir». Manda carallo…

Todo mi apoyo y solidaridad con el amigo Caballero ZP (Julio para los amigos), en espera de que el asunto se arregle a su satisfacción y de que la libertad, que nunca estuvo muy cerca de los españoles, se acerque un poco más.

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