29 de febrero de 2008

Se acabó el talante

Eso. Que se acabó lo que se daba. El presidente por accidente se quitó hace una semana la careta, cuando creyendo que no le grababan le dijo en confianza a Lameondo lo de «nos interesa la tensión. Y detrás de él, toda su troupe. A los titiriteros no les gustó pero nada que Rajoy les comparase a «los artistas del madrugón de las 7 de la mañana» o de antes, a los artistas que no reciben subvención alguna por su trabajo. Y han preparado vídeos varios en favor del presidente que les mantiene la canonjía, prebenda, gabela o bufanda, según el caso.


Se acabó el talante y lo hemos visto en la calle. Políticos significadamente contrarios al ¿ideario? zapateril, son agredidos verbal y físicamente por supuestos «antisistema» o «radicales» (que al final se descubre que tienen carnet de partido, es decir, que no son «incontrolados» o «exaltados», ni mucho menos «casos aislados»). Son agredidos físicamente sindicalistas que, sin pretender reventar actos políticos, hacen en ellos acto de presencia y son recibidos con buenas dosis de talante pugilístico. Es agredido Mariano Rajoy por Felipe González, personajillo siniestro que tiene mucho que callar y que por eso mismo no debería de haber tildado a Rajoy de «imbécil».


Lo cual me confirma la idea de que los mítines (transposición del inglés meeting, «encuentro») son para que el líder se someta a la adoración de la masa de convencidos (al estilo de Nürnberg 1934), en vez de servir para que el líder o candidato se someta a las preguntas directas y sin preparar (qué penita lo de Tengo una morcilla para usted) del pueblo, que, cuando le dejan, es más sabio que sus capitostes. Esto se aplica todavía más al pueblo español.


Se acabó el talante. La UGT, a la que Redondo padre quiso libre y que hoy ha vuelto al redil a golpe de subvención gubernamental, ha decidido hacer saber al respetable madrileño que existe con dos huelgas: la de los autobuses, en la que se manifiestan con violencia extrema (incumpliendo servicios mínimos e increpando a compañeros que han querido trabajar, así como tratando de reventar actos oficiales como el de Gallardón por Madrid 2016) y otra prevista, de los servicios de limpieza.


Se acabó el talante también en el ámbito virtual. Blogueros a los que simplemente no nos gusta Z ni su política hemos de aguantar vernos tratados como fascistas por quienes no tienen zorra idea de lo que es la democracia. Gentes que no respetan las ideas de los demás y entran en nuestros blogs sólo para insultar, cuando nosotros apenas entramos en los suyos. Algunos dan grima por lo que hay que leer; pero el mantenimiento de la democracia exige que todos podamos expresar nuestra opinión aunque pensemos que las de algun@s no valen más allá de una boñiga, porque no cabe deducir argumento sensato alguno de sus palabras.


Los presuntos demócratas hackean los blogs contrarios a la ¿ideología? zapateril para impedir su libertad de expresión. Con lo cual, muchos que no sabemos de estas cosas de los hackers nos quedamos indefensos ante estos ataques, que no lo son solamente a una persona concreta, sino a su derecho constitucional de expresar libremente sus opiniones. O sea, de una de las formas de "libertad", esa palabra que está siempre en boca de ellos pero que niegan a los demás.


Para terminar con la entrada de hoy, dejo aquí una cita —casi un recordatorio, porque la he citado varias veces— del maestro D. Fernando Díaz Plaja:


«De cómo muchos españoles entienden la discusión política da idea la historia que ocurrió en un discurso de propaganda electoral durante la República. Un orador estaba exponiendo sus puntos de vista y era interrumpido continuamente desde la galería: "¿Quieres controversia?". A la quinta interrupción, el orador se encaró con el espectador y dijo:

—Sí, acepto la controversia. No me da miedo la discusión y estoy dispuesto a escuchar los argumentos de ese señor.

Hubo un silencio. Todos estaban pendientes de lo que iba a alegar el interruptor. Y éste soltó, de pronto:

—… ¡Mamón!

Es lo que muchos españoles entienden por controversia.» (F. Díaz-Plaja, El español y los siete pecados capitales, 2ª ed., pp. 80-81. Alianza, 1992).

Así es como actúan los progres zapaterinos. Adiós al talante.

28 de febrero de 2008

Yo rompo (más) con ZP



Por si quedaba alguna duda y previendo que algún día no muy lejano tenga que hacer las maletas...

Papá, ¿por qué somos del PSOE?



Sin comentarios xDDDDDD

(tomado del amigo Cerrajero)

27 de febrero de 2008

Para el amigo Jesús Salamanca

El amigo Jesús Salamanca se lía la manta a la cabeza y se lanza a la arena política. Se presenta como candidato a Senador por el partido Unión Regionalista de Castilla y León. Sean cuales sean las posibilidades que tenga de sacar adelante su candidatura y de cumplir su objetivo, yo me alegro por él. Es coherente con su postura de querer hacer algo positivo por su tierra y su país.


Después de tanto tiempo de criticar la situación del país, de criticar a las personas que lo gobiernan cómodamente sentados ante nuestros ordenadores, llega un momento en que para algunos es llegado el momento de tomar una decisión: o aceptar un mayor grado de compromiso o quedar completamente aparte y dedicarse a la poesía pura. Este segundo caso no es el caso del amigo Jesús Salamanca, que se puede decir mutatis mutandis que es «la pica en Flandes de la Resistencia Anti-ZP».


Hemos asistido a una especie de Tratado de Tordesillas en estos últimos años. Una especie de reparto del mundo electoral entre los dos grandes partidos: cada uno posee sus feudos. Sin embargo, hoy los dos grandes partidos parecen «Estados dentro del Estado», estructuras elefantiásicas con ramificaciones en todas partes y respecto de las cuales el ciudadano se ve simplemente empequeñecido y tiene que experimentar tics autoritarios que ya creía desaparecidos.


Quizá venga bien alguien que, para variar, recuerde a los políticos profesionales que los ciudadanos somos eso, ciudadanos, y no hormigas o insectos varios que venimos a perturbar su agradable y tranquila existencia aferrada a la ubre pública.


Y nada más. Espero que consigas tu escaño en el Senado y tal vez cambien un poco las cosas para mejor si cumples lo que has prometido.


Para quien quiera más información, aquí la entrevista que nuestra Martha Colmenares ha hecho al amigo Jesús Salamanca en Diario de América.


Enhorabuena por tu decisión, amigo Jesús Salamanca, y adelante siempre.

25 de febrero de 2008

Javierito ya ha ganado el Oscar


Supongo que voy a ejercer de español, porque no soy actor y no sabría fingir, un suponer, ser un esquimal o un bantú o un cantonés. Ejercer de español supone, muchas veces, encontrarse como aquél en la plaza de toros. Mientras el resto del tendido aplaude a rabiar la faena del diestro, hay un señor en la última fila que mueve el dedo índice y dice «¡No-se-ñor! ¡No-se-ñor!», como dando a entender que a él, Juan Español, no le engaña la supuesta maravilla de la faena.


Pues eso, que Javierito Bardem se va a casa con la preciada estatuilla. Ha estado en la Meca del cine, la fábrica de sueños, que dijo Ilya Ehrenburg, la feria de vanidades de la que Julie Christie (recordada Lara Antipova y madre de Kate Winslet en Descubriendo a Peter Pan) huyó como de la peste. Esta vez no se ha producido el curioso espectáculo de que Penélope Cruz —que a lo que parece, sí se ha acostado con todos sus pretendientes; y los de su tocaya fueron 108, nada menos...— tuviera que darle el premio a su ¿novio? y gritase histérica «¡¡Javieeeeeeeeeeeeeer!!».


No, no voy a cometer la ordinariez de decir que Bardem sea un mal actor sólo porque no coincida con mis ideas políticas. Sería no reconocer la realidad cuando le han dado un premio tan importante como el Oscar. Incluso diré que cuando le vi actuar en Los lunes al sol, de Fernando León de Aranoa, estuvo bastante bien en su papel de Santa. Mar adentro aún no la he visto (y eso que me la regalaron), porque con toda la polvareda mediática que se levantó, quedaba en mi ánimo la sospecha de que tal vez fuese un intento de adoctrinamiento cinematográfico acerca de la eutanasia, que tomaba demasiado partido. Y aunque es materia de otro post, creo que si algo no hay que darle al Estado es poder sobre la vida y la muerte. Quizá un día de éstos me arme de valor y la vea.


Me queda una cuestión por plantear. Con el dinero que costó el modelito de mamá Bardem, ¿cuántas familias cubanas podrían comer durante un mes? Tengo entendido que muchos cubanos, de ésos a los que Javierito saca a colación para meterse en un jardín que no es el suyo, viven con 35 céntimos al día (¿te acuerdas de Mila, Javier? Puede que ella sea uno de esos cubanitos). Claro que una cosa es «ser de izquierdas» y por ello pedir que se juzgue a determinadas personas por «crímenes de guerra» (de Fidel mejor no hablar, naturalmente) y otra muy diferente son los «gastos de representación». Es decir: los que uno hace para que no le tomen por un paleto con un plátano en la boca en una feria en la que se da un premio para tener contentos a los de colonias y participen todos en el gran negocio que es el Hollywood business.


Lo dicho: felicidades al pollo. Pero que se acuerde de que está más guapo haciendo de lo suyo y nada más.

22 de febrero de 2008

La República que yo quiero

Dedico este post a mi amigo República Rojigualda, para que vea que después de tantos posts, no me he olvidado de cuando me pronuncié republicano y de derechas.


La República que yo quiero es una república en la que yo no tenga que sentir vergüenza ni esconderme de ser español ni de usar los símbolos de mi patria. Una república en la que yo pueda sentirme orgulloso sin ser tachado de «fascista».


La República que yo quiero es una república en la que el Jefe del Estado sea un hombre como los demás, pero capaz de cumplir las funciones que la Constitución y las leyes le encomienden en orden al mayor beneficio para el país. Un hombre que no tenga doblez y que pueda ser juzgado si comete algún delito.


La República que yo quiero es una república solidaria, pero que se ocupe primero de sus propios súbditos. Que les dé un techo, una educación y una asistencia médica adecuados a sus necesidades.


La República que yo quiero es una república donde se puede trabajar y vivir honradamente sin necesidad de robar legalmente a nadie.


La República que yo quiero, en fin, es una república en que, al mismo tiempo que se respeta a la persona individual, se respetan a las demás personas, creencias e ideas. Una República en la que el fin común sea la grandeza de nuestra Nación, España. Y que el nombre de España sea pronunciado con respeto y admiración en el concierto de las naciones.


Supongo que se pueden pedir más cosas, pero garantizadas la educación, la sanidad, la vivienda y el orden público para todos, el resto irá cayendo por su propio peso.


O tal vez es pedir demasiado. Tal vez es pedir demasiado que en un sistema político no haya personas que quieran medrar sin más mérito que su fidelidad acrisolada y su adhesión inquebrantable a un credo político o a una persona. Tal vez sea demasiado pedir que no existan los privilegios; somos humanos y nos gusta que se reconozca nuestro trabajo, siempre dentro de lo que es moralmente justo. Pero se puede intentar...


El meu país es tan petit
que quan el sol se'n va a dormir
mai no està prou segur
d'haver-lo vist...


Ya aclaro que «mi país» no es Cataluña, como podría parecer a primera vista y conociendo el autor de la letra (Lluís Llach)...


P.D.- Por supuesto, los que atacaron hoy a los consejeros de la CAM Güemes y Granados no son verdaderos republicanos. Apenas llegan a «vándalos de cuarta», seguramente con el carnet del P(SOE) o de Izmierda Hundida, y camuflados en un burdo intento de esconder su verdadera lealtad política. No entienden la esencia de ser republicano y lo que hacen es arrastrar por el fango el noble ideal republicano.

El presunto argumentario del P(SOE)

Recogido y editado de un comentario al columnista José Vilas Nogueira en El Correo Gallego. Muy interesante e moi axustado na realidade...


Nada, hombre. Nada de tensión-presión-dramatización. Nada: este Rodríguez es modelo de talante, fortaleza y templanza. Cuatro años de zapateridaZ han contagiado a los españoles de BUENISMO y CORRECCION POLITICA, de INOPIA Y TRIVIALIDAZ hasta extremos surrealistas.

Si demandas libertad de expresión frente a los fanáticos/linchadores naZionalistas te llaman facha.

Si pides una justicia independiente, ágil y ejemplarizante, te llaman ultramontano.

Si exiges un plan europeo para la inmigración, y medidas normalizadoras no el cachondeo actual, te llaman xenófobo y racista.

Si reclamas aplicación de la ley del aborto rigurosa y no más infanticidios, te llaman meapilas.

Si protestas porque el Gobierno controla la casi totalidad de televisiones y radios, y las utiliza con desvergüenza, te llaman inquisidor.

Si llamas "inteleZtuales" y no intelectuales a los titiriteros, faranduleros y cómicos de la legua, te llaman analfabeto.

Si pides mano dura para los vándalos que nos joden monumentos y ciudades enteras, con mamarrachadas, detritus, conducción en estado de embriaguez, etc. (y no digamos los que trapichean y venden droga a los chavales), te llaman intransigente y antiguo.

Si dices que lo de la "cuota" feminista o la patria potestad invariable para la madre es una kagada, te llaman machista.

Si te niegas a que tus hijos sean adoZtrinados con la FormaZion del Espíritu AlianZista y del Talante Zapateril, te dicen que ajo y agua.

Si reclamas libertad de lengua en las comunidades con gusano, te dicen txakurra, charnego y cosas peores. O te ponen una bomba debajo del coche.

Si clamas libertad y derechos para las musulmanas o para los cubanos, te llaman intervencionista.

Si anuncias que el paro, la recesión, y el disparadero económico no lo va a arreglar Solbes, que ya dejó hacer a Felipe y ahora deja al Iluminado que corre tras Moby Dick como el loco Ahab, te dicen catastrofista.

Si proclamas que no es que se haya acabado el talante, sino que jamás existió, porque Jetapé ha sido EL GRAN CRISPADOR guerracivilista y de las dos Españas, te dicen marrullero.

Si denuncias el escueto bagaje inteleZtual y personal de ZZZZZ, leZturas, vivenZias, viajes, lenguas extranjeras, economía, historia, geografía...te llaman envidioso, y que más importante es salir guapo en las fotos y caer bien a los votantes.

Si prevés que ETA calla porque el proceso sigue abierto y que el futuro zapaterista de Expaña pasa por fragmentación/ balcanización/ cantonalismo y república, te llaman fedeguico.

Así las cosas, amigos, ¿qué esperar de los universitarios, de los estudiantes y jóvenes en general? La sociedad buenista y enrollada de ZZZZ los ha hecho como los quieren. Banales, desinformados, pasivos y dóciles (salvando siempre las excepciones). Algunos, incluso VUELVEN A ATACAR LAS SEDES DE LA OPOSICION DEMOCRÁTICA, COMO HACE CUATRO AÑOS, A REVENTAR ACTOS Y CONFERENCIAS, A REIRSE INCLUSO DE LOS LEVES DEFECTOS FÍSICOS... ¿Oísteis a Felipe González, el capo del GAL, la corrupción y la cal viva, decir que «a Rajoy no se le entiende mientras no se saque los fideos de la boca»? Qué divertido el multimillonario burgués, jubilado por la vía del pelotazo, el convoluto y el chanchullo solchaguiano y ruGALcabeño. Y el Guerra, mienmano, diciendo que «Rajoy va a llevar a los inmigrantes drogados y atados»... ¡Qué gracia descojonante la suya, que tenía al hermano con sueldo y despacho propio a cargo del presupuesto...!

De estos ejemplares sociatas, éticos y demócratas, líbrenos Dios.

Comentario nuestro.- Esperemos que ya, por lo que le queda a Rajoy antes del 9-M, aleccione a los suyos para no dejarse llevar y acollonarse por este presunto y escaso argumentario del P(SOE). Si no es ahora cuando se han de quitar de encima los complejos de toda la vida, uno ya no sabe cuándo será el momento.

Censored!!


Pues va a ser que no. Va a ser que a los titiriprogres no les gusta que les paguen con la misma moneda. Están enfadadísimos con Rajoy porque les ha tildado de "socialistas millonarios" y por decir que los verdaderos artistas son los "currantes" que ganan un sueldo de aproximadamente 1.000 euros al mes. El caso es que el vídeo que aquí presentamos ha sido "censurado" (¡horror! ¿Cómo puede querer un luchador de la libertad la censura? ¿Pero no habíamos quedado que eso era cosa de los curas?). ¿Por qué lo habrán censurado? ¿Porque no pagará canon de la SGAE, de la cual Miguelito Bosé es un pez gordo? ¿Porque retrata a la perfección -gallos incluidos- la eZpaña de Z? En fin, aquí les dejo con él. Juzguen ustedes mismos.

21 de febrero de 2008

El gol

No crean ustedes que soy muy futbolero. Suelo echar unas risas con unos y otros forofos; pero si no he depositado mi lealtad y/o adhesión inquebrantable en ningún partido político, menos aún la depositaré en club de fútbol alguno, pues tan proclive es el mundo del fútbol como el político a crear un sentimiento religioso (lo mismo da la religión blanca que la religión blaugrana: para quienes están dentro no es necesaria explicación ninguna; y para quienes estamos fuera, ninguna explicación es posible).


Valga esta introducción levemente futbolística para «escenificar» el gol que Pepiño le ha metido a Pío García Escudero y, por ende, a Rajoy y al PP. Estamos ante el debate. El de hoy entre Pizarro y Solbes, con ser importante y ser moderado por Matías Prats, que supone garantía de imparcialidad, tendrá como tema principal la economía, de la que siempre es un peñazo hablar y en el que los analistas y expertos (con notables excepciones, como Carmen Tomás, que yo conozca), suelen acudir a términos técnicos, como demanda agregada, elasticidad de la oferta o estanflación, que dejan al respetable como un témpano antártico o le provocan un mareo estratosférico, según se mire.


Pues bien. Está claro que el debate debe ser preparado hasta en sus mínimos detalles. Empecemos por ahí. El exceso de atención a los detalles ya vicia el debate de por sí y da la impresión de que en vez de dos responsables de partido se están reuniendo dos chalanes, que en vez de discutir la celebración del debate, están discutiendo qué jaeces hay que ponerle a la burra para que parezca más vendible: las preguntas, los tiempos de respuesta, los llamados planos de atención (es decir, lo de enfocar la cara del candidato B cuando el candidato A está hablando, lo que hace que las palabras del candidato A pierdan fuerza)... En mi opinión, si hubiese buena voluntad por ambas partes no sería necesaria tanta farragosa atención al detalle; pero dado el incremento de crisp... uy, digo tensión de los últimos días y que creer que existe la buena voluntad en la política es —hoy por hoy y por desgracia— del género tonto, todo cuidado es poco.


Por eso, no se entiende que Pío García Escudero aceptase sin piarlas las condiciones de Pepiño, a pesar de que parecen una encerrona. Por de pronto, se acepta a Manuel Campo Vidal, cuya lealtad acrisolada al P(SOE) es bien probada y mejor premiada (para más información, le pregunten a Manoliyo Chaves) y se acepta también a Olga Viza, que a lo que parece, ha sido o es empleada del anterior (con lo cual su imparcialidad queda, cuando menos, en la penumbra). Asimismo, acepta Pío sin piarlas que el debate tenga lugar en la Academia de la Televisión, territorio reconocidamente rojo. Y por último, acepta Pío sin piarlas el veto socialista a Victoria Prego, rara avis del periodismo. Y digo rara avis por su independencia respecto de credo político alguno.


Los que ya tenemos alguna edad todavía recordamos su dúo informativo con Joaquín Arozamena, que hizo historia en España y se convirtió, como dicen ahora, en un fenómeno sociológico, algo que más de un plumilla lameculos del poder podría soñar siquiera. Es verdad que entonces sólo existía TVE y no había la competencia que hay ahora; pero para que dos periodistas (y de informativos, nada menos, que son casi siempre malas noticias) traspasaran entonces el ámbito estrictamente profesional y dieran el salto a la «popularidad» hacía falta mucha más profesionalidad que la que se suele exigir hoy en día. Profesionalidad que tanto ella como Arozamena demostraron sobradamente en cumplimiento de su cometido.


Retomemos el tema. Aceptando, pues, esas tres condiciones sin piarlas, Pío podría haber puesto a su jefe a los pies de los caballos. Claro que podríamos contemplar un escenario diferente. Imaginemos que Pío le haya dicho a Rajoy: «Mira, jefe: he estado hablando con Pepiño y lo único que le he podido arrancar han sido estas condiciones». Rajoy, después de un largo, meditativo y galaico silencio, le hubiera respondido: «Eshtá bien. Acepto esash condicionesh». Sigue siendo una jugada arriesgada: si «pierde», perderá toda la iniciativa que ha ganado en estas últimas semanas. Si «gana» —aunque ya se empeñarán los socialistas en que no habrá ganado aunque gane, como en la comparecencia de Z posterior al atentado de la T-4—, es posible que «se libre por los pelos». Quizá hubiera sido mejor plantarse y rechazar un debate que, al menos a priori, no cumple las necesarias garantías de imparcialidad y neutralidad, por mucho que le interese dicho debate a Rajoy.


Además, la atención mediática ha producido un efecto perverso de desviación de atención sobre el debate de hoy, que es un debate en el que muy posiblemente Manuel Pizarro salga vencedor porque el Profesor Siesta no es enemigo ni siquiera dialéctico (y práctico tampoco, puesto que Solbes no ha dirigido empresa alguna, que se sepa) para él.


Me queda una sola sospecha: ¿quién habrá aconsejado a Pío que no las píe? Como diría Roberto Alcázar... hostiaspedrín....

20 de febrero de 2008

Mentira y error

Hoy no tenía intención alguna de escribir nada, hasta que se me prendió una lucecita ahí dentro y me guió hasta un comentario del amigo Caco en el blog de Cerrajero. Quizá resulte un poco al estilo Koko, de Barrio Sésamo, pero en fin: es lo que tienen los ejercicios tipo siete diferencias. Pues eso: que hoy vamos a aprender la diferencia entre mentira y error.


Empezaremos primero por lo más suave. El error es la consecuencia del desconocimiento de la divergencia entre aquello que se dice y la realidad. Uno puede tener información incompleta y/o equivocada y, por lo tanto, es muy fácil que se equivoque. Así lo dice la RAE (la cursiva es nuestra):


Vicio del consentimiento causado por equivocación de buena fe, que anula el acto jurídico si afecta a lo esencial de él o de su objeto.


Pongamos un ejemplo, que además a los progres les va a «encantar»: el 11-M. Probablemente no lo recuerden, pero el P(SOE) presionaba salvajemente al Gobierno Aznar para que diera información inmediata, prácticamente. Estamos de acuerdo en que la enormidad del suceso superó a Acebes y éste pudo haber cometido errores en la información que facilitó; pero está claro que si la información que le facilitaban sus subordinados no era correcta o era incompleta, Acebes no podía hacer otra cosa que equivocarse, puesto que desconocía la falta de identidad entre la información que él recibía y la realidad de los hechos.


Diferentemente, la mentira es (nuevamente, cursiva nuestra)


la expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa.


Eso es algo que hemos podido comprobar muy bien con Z, Rubalcaba y su mal llamado proceso de paz. Decían que «estaba suspendido» o «roto», cuando se ha demostrado s que no sólo no estaba roto, sino que se siguió negociando. Con los resultados conocidos: ETA (que ahora sí dice el Pravda que ANV y PCTV son ETA), echada de las instituciones públicas por el Gobierno Aznar, ha vuelto a ellas. Con lo cual, vuelve a disponer de dinero público, o sea, dinero mío y de todos aquellos que jamás aceptaremos diálogo alguno con los terroristas y que sólo por eso ya nos hemos convertido en su objetivo. Como dice ese precioso bolero de La mentira (estupendamente cantado por Ana Belén, en quien el estado de su laringe no se corresponde con el de sus ideas)...


Se te olvida

que nos mientes mucho más de lo que dices,

y a muchos nos tienes hasta las narices,

no es posible, basta ya...


Así es cómo podemos considerar el debate. Mucho más cuando Rubalcaba, Vicementiroso Mayor del Reino y muñidor de todas las mentiras gubernamentales e infragubernamentales, nos decía con voz engolada el 13-M (saltándose él la jornada de reflexión también para que los de debajo de él tuvieran alguna justificación al hacerlo también) aquello de «Los españoles nos merecemos un gobierno que no nos mienta, que nos diga siempre la verdad». Y de los servicios prestados y premiados ya hablaremos otro día, porque parece ser que la cosa trae cola.

P.D.- No he mencionado adrede lo de las armas de destrucción más IVA, porque parece ser que sí las hubo. Según cuenta el diario estadounidense New York Sun el general llamado Georges Sada, segundo de a bordo de las fuerzas aéreas iraquíes, afirma que sí las había, pero que fueron secretamente trasladadas a Siria. La información es de enero de 2006, pero vale la pena tenerla en cuenta por ser quien es quien lo dice y porque, quién sabe, de Siria pueden haber pasado a las manos de Hezbollah, «el partido de... ¡redióssss!», que diría Albert Pla (como lo decía en Airbag, tan convencido). Por lo tanto, si la información es cierta, Aznar no mentía; y si es falsa, sus «socios de las Azores» no le contaron toda la verdad, con lo cual estaríamos en el ámbito del error, no de la mentira. Y con lo que queda desmontada la «acusación» del P(SOE) contra Aznar.

19 de febrero de 2008

Agresión nacionalista a Dolors Nadal 2


A mayor abundamiento de lo que dábamos cuenta y razón ayer, me detengo hoy en una Carta al Director de El Mundo, escrita por doña Olga González Chacón, que escribe desde Mollet del Vallès. Desconozco cuál sea su ideario o si está de acuerdo o no con las ideas de Dolors Nadal; pero sea cual sea éste, parto de la base de que suscribo su carta desde la primera letra hasta la última.


De su carta especialmente entresaco dos párrafos y expresiones que me llaman la atención. Nos dice doña Olga, con toda razón:


En ésta, como en otras ocasiones, los individuos que se rebelan a favor de la libertad de expresión y contra el fascismo han quebrado con la violencia que tanto dicen detestar el derecho de palabra indiscutible de una persona, en un lugar en que ecologistas acérrimos reparten publicidad inservible que en pocas horas se convierte en cientos de folios de papel malgastados y donde no es difícil encontrar a quien defienda la prohibición de fumar en un bar mientras reivindica el derecho al libre consumo de drogas.


Doña Olga denuncia aquí el memorable ejercicio de tartufería moral y política practicado por los violentos que ayer agredieron físicamente a Dolors Nadal. Tartufería moral y política que está siempre en el centro del pensamiento totalitario de todo tamaño o pelaje cuando éste no domina al completo una sociedad. Que lo de acabar con un sistema político usando el mismo sistema político no es nuevo. Ya lo practicó Hitler en los años 30 con «notable éxito» y el resultado que todos conocemos.


Pero no acaba aquí doña Olga. Sigue diciendo algo interesante (en realidad está en el primer párrafo, pero a los efectos de mi comentario no creo que afecte mucho al resultado final):


De entre los estudiantes que se supone, como yo, estaban atendiendo las clases, cerca de unos 50 se han decantado por dedicar su valioso tiempo al magnánimo acto de hacer el ridículo en público y tacharse a sí mismos de intolerantes, en lugar de quedarse en el aula preparando su futuro, que es (en principio) el objetivo de todo universitario.


No estoy muy de acuerdo (léase en clave irónica) con la segunda de las afirmaciones. Para unos cuantos (o dejémoslo en más de uno), la participación en algaradas, manifestaciones, reventado de actos «del enemigo fascista», etc., supone un caudal muy importante «de méritos» que son «valorados adecuadamente» a los efectos de designación para cargo público. Eso es, por desgracia, labrarse un futuro en la política catalana. En una universidad «normal», en cambio, estos alumnos serían objeto de expediente disciplinario con resultado de expulsión fulminante e inapelable. ¿Quiere algún ejemplo? El del propio vicepresident Carod-Rovira, que militó en tiempos en el PSAN (el alliberament nacional a bombazo limpio). O el de Xavier Vendrell, ex-militante de Moviment de Defensa de la Terra (MDT), que si no eran terroristas poco les faltaba. Ahora es Vicesecretari general de Coordinació Interna i Acció Electoral (2007). No me dirá, doña Olga, que no es «buen futuro» ése...


¿Estudiar seriamente para ser alguien de provecho en un futuro más o menos lejano y nebuloso (tanto más nebuloso cuanto más dure la troupe nacional-socialista en la poltrona)? Qué va. Eso queda para la gente «sin conciencia revolucionaria y de país». Como usted y como yo.

Andazulía, er cortiho der Shave...



Del amigo Cerrajero, siempre atento a abrir puertas a la verdad por muy cerradas con llave que estén, recojo este video muy interesante sobre realidades en Andalucía. Y en Cataluña no tenemos muchos motivos para mirar a los andaluces por encima del hombro, porque por desgracia nos están aplicando el mismo régimen (algo natural cuando el mismísimo President es de Iznájar, Córdoba...). Ea, pue... difrútenlo uztede con musha zalú y mucho arte (que en Andalucía fartará de tó, pero arte...)

18 de febrero de 2008

Agresión nacionalista a Dolors Nadal

Hoy en Barcelona se ha producido una agresión nacionalista contra la persona de Dolors Nadal, candidata del PP por Barcelona.

Los agresores han sido los de siempre. Los que hablan de "libertad" para los asesinos etarras y se la niegan a una ciudadana con unas convicciones políticas determinadas y que no están de moda en esta Catalunya de mis pecados. La actuación de los Mossos también ha sido la de siempre: "recomendar" al agredido que se vaya a su casa "por su propio bien", en vez de contener y/o en su caso reprimir a los violentos.

Y mucho nos tememos que la actuación de la Universidad será también la de siempre. Se "lamentarán los incidentes" oficialmente; pero se tardará convenientemente en identificar culpables y, desde luego, no se les expulsará. Porque, seamos realistas: ¿quién se arriesga a montar un sarao como éste sin tener garantizada la impunidad? Igual que ocurrió en la visita de Aznar a la Universitat de Lleida en 1994. Recuerdo que en aquellos días la visita del ex-presidente levantó una polvareda considerable, si bien no llegarón a considerarle aún persona non grata (eso llegaría en 1999 y lo haría la UB). Recuerdo muy bien que "no se descubrió" a los culpables de forma inmediata. Y también, que a las pocas semanas salieron orgullosos confesando su gracia en el diario Segre (el mayoritariamente leído en Lleida), reconociendo incluso que la propia Universidad les había facilitado "un pequeño apoyo logístico".

Lo hemos dicho ya más de una vez. Los nacionalistas no toleran que alguien se atreva a discutir el dominio sobre su "feudo", particularmente la Universidad, que fue una de sus primeras conquistas. ¿Qué sería de sus trasnochados conceptos si la Universidad no sirviese para formar a quienes han de mantener viva la tradición mítica (el engaño burdo, en realidad) que justifica este statu quo y la muerte civil, cuando no la eliminación física, del que piensa distinto? La Universidad española, para su desgracia, se ha visto convertida en sierva y puta de intereses bastardos que nada tienen que ver con la expansión de la luz del conocimiento. En ningún otro lugar han crecido las covachuelas como en la Universidad española. En ella se utiliza el conocimiento para negar el conocimiento a quienes no son de la cuerda. Y en la Universidad nacionalista todo eso se puede multiplicar por diez.

En la Universidad nacionalista (o situada en territorio nacionalista) nadie puede expresar otro ideario que no sea el nacionalista. Es de suponer que para esto pedían los nacionalistas la democracia en 1976. Para que podamos constatar, 30 años después, que han conseguido montar su taifa donde no vive nadie que ellos no quieran que viva. Pero ustedes tranquilos. No se tomarán "serias medidas" mientras en el mundo universitario las cosas estén como están. Y personas como Dolors Nadal seguirán siendo agredidas por pandillas de becerros teledirigidos que han identificado correctamente al enemigo. Y los que teledirigen, cómodamente sentados en sus despachos, recogiendo las nueces del sarao.

Artistas

Empecemos por el principio y vamos al Diccionario de la RAE.

Artista.

1. adj. Se dice de quien estudiaba el curso de artes. Colegial artista.

2. com. Persona que ejercita alguna arte bella.

3. com. Persona dotada de la virtud y disposición necesarias para alguna de las bellas artes.

4. com. Persona que actúa profesionalmente en un espectáculo teatral, cinematográfico, circense, etc., interpretando ante el público.

5. com. artesano. (persona que ejerce un oficio)

6. com. Persona que hace algo con suma perfección.

De las seis acepciones del vocablo, particularmente interesantes son la cuarta y la sexta. La cuarta es la de toda la vida. Por mi mente pasa la imagen del carromato con el decorado a medias, acompañado, cómo no, por la troupe de cómicos de la legua que iban de pueblo en pueblo divirtiendo o intentando divertir al respetable. Todavía hoy, en el gremio del teatro se hacen temporadas «en Madrid» y «en provincias» (teniendo la segunda expresión un deje muy, pero que muy despectivo).

Ser actor, hace años, era estar en lo más bajo de la escala social. Que el mayorazgo o primogénito de una familia bien declarara su intención de dedicarse a la escena era una tragedia comparable al Diluvio universal. Poco importaba que el muchacho o muchacha tuvieran capacidades dramáticas (que de hecho quien tenía capacidades dramáticas era la familia: la escena que le montaban era de tal calibre que al pobre joven no le quedaba otra que rendirse o dar el portazo). Había que reconducir al muchacho o muchacha al buen camino.

Ser actor era, en suma, mezclarse con «personas de vida disipada y de mal vivir». No se trata de describir la dura vida del actor de antes; como botón de muestra les recomiendo las memorias de Groucho Marx, leyendo las cuales, además de reírse un buen rato, entenderán cómo era la vida de aquellos que empezaban en el noble arte de la escena.

Bien, las cosas han cambiado muchísimo, sobre todo desde que aparecieron el cine, la fábrica de sueños y, sobre todo, la caja tonta. Hoy en día, ser actor de cine (no tanto de teatro) es acercarse a esa cosa indefinible que se llama glamour y que se traduce habitualmente en cantidades muy respetables de dinero. Los grandes actores del cine como Gregory Peck (inolvidable su interpretación de Atticus Finch) o Marlon Brando (no menos inolvidable su interpretación de Don Vito Corleone) ya no tienen nada que ver con los cómicos de la legua o los actores del teatro de variedades.

Hoy y en España ni siquiera se necesita ser un gran actor como los citados (o, por hacer patria, citemos a los grandes José María Rodero, José Bódalo o a esa gran dinastía de actores y actrices que es la de los Gutiérrez Caba, entre tantos otros): basta que des bien en la pantalla (y que tu look incluso sea un poquito canalla, que eso siempre enloquece a las mujeres y perdón por el pareado) y que tengas tu miaja de talento.

Hoy, simplemente, el arte hay que tenerlo para vivir del cuento. Como Albertito San Juan, por ejemplo (vaya apellido... como para ponerse a rajar de la Conferencia Episcopal): da bien en la pantalla, su look es bastante canalla (recordémosle en Airbag, 1997, como uno de los amigos pijogamberros de Karra Elejalde). Con musho arte se pone uno al servicio del Régimen, como ya antes lo hicieran José Sacristán o Concha Velasco, a quien se le desconocían veleidades progres pero que últimamente hizo el camino de Damasco, al parecer. Con musho arte se raja de «la derechona», de la cual se vive a manos llenas y se come a tres carrillos.

Y aquí es donde viene al pelo la sexta definición: que vivir del cuento es algo que los titiriteros «hacen con suma perfección». Y los llamo titiriteros y cómicos de la legua porque no tienen ni jamás tendrán la talla interpretativa de los citados José María Rodero, José Bódalo, María Fernanda Ladrón de Guevara o la propia Concha Velasco, antes de meterse en un jardín que decididamente no es el suyo. De todas maneras, y en descargo y reconocimiento, me quedo con la excelente interpretación que hizo en su momento de Santa Teresa de Jesús, a la que ha intentado remedar Paz Vega y el personaje le quedaba demasiado grande a la sevillana, por cierto.

Pues eso: que «artistas» para vivir del cuento. Para otra cosa... como diría Z, «es discutible y discutido».

17 de febrero de 2008

Tensión dramática

Por su interés, reproducimos aquí el contenido de un artículo de César Vidal aparecido en La Razón de hoy domingo.

Utilizar la tensión como arma política es una herencia del bolchevismo. Ya afirmó Lenin que «la mentira es un arma revolucionaria» y, desde luego, la usó con profusión para crear el primer estado totalitario de la Historia, el primero, dicho sea de paso, que creó una red de campos de concentración y que asesinó en masa utilizando el gas.

Durante los años veinte, otro socialista, en este caso un italiano llamado Mussolini, se destacó en el uso de esa misma estrategia. Lenin había dicho del vigoroso latino que era el único hombre capaz de llevar a cabo la revolución en Italia y no se equivocó. El único matiz era que el socialismo de Mussolini tenía un fuerte ingrediente nacionalista y recibió el nombre de fascismo. Los que vinieron después ya no fueron innovadores sino meros aprendices. Stalin interpretó una estrategia de la tensión escrita por Lenin que le permitió asesinar a sus antiguos compañeros de partidoy atestar el Gulag con decenas de millones de desgraciados; por lo que a Hitler se refiere, basta leer «Mein Kampf» para percatarse de que su socialismo nacionalista había captado a la perfección las lecciones bolcheviques. En buena medida, la Historia del s. XX ha sido la de los canallas que creaban una tensión ficticia para justificar luego el exterminio de aquellos que, presuntamente, eran culpables. En Rusia, se trató de los enemigos de clase; en Alemania, de los judíos y en la España del Frente Popular, de los contrarios a la revolución.

Por detenernos en este último caso, resulta ilustrativo recordar que desde 1933 hasta 1936 –pasando por el alzamiento armado de octubre de 1934– la izquierda y los nacionalistas practicaron una tensión en la que no faltaron los crímenes ni la violencia de todo tipo, tensión de la que culpaban al fascismo y que esgrimieron como excusa para practicar el asesinato del adversario político incluso antes del estallido de la guerra. En todos y cada uno de los casos, ver al adversario político –real o imaginario– les crispaba y, al final, tras un largo proceso de satanización, la salida era la cárcel o el tiro en la nuca.

Y mira tú por donde en apenas unas horas hemos descubierto que en esa galería de la estrategia de la tensión en la que reluce con brillo propio la hipocresía tiene también su papelito ZP. Cuando nadie lo veía, pero alguien lo grababa, ZP confesó a Iñaki Gabilondo que la tensión le convenía al PSOE. ¿Y qué hizo Gabilondo? Pues de la misma manera que difundió por sus micrófonos la horrible mentira de que en los trenes del 11-M había terroristas suicidas, en esta ocasión, dio la razón a ZP. «A mí me parece que os conviene muchísimo», sentenció el periodista que, al cabo de los años, ha afirmado que fue una redactora la que tuvo la culpa de la falsa noticia sobre los terroristas que nunca existieron. ZP remató la jugada señalando que iba a empezar a «dramatizar». En una nación como Estados Unidos, si uno habría sido expulsado con deshonor de la profesión periodística, el otro jamás podría desempeñar un cargo político. En España, esperemos que la estrategia de tensión que caracteriza desde hace años a ZP y al grupo mediático que lo respalda no se eleve esta vez sobre cerca de doscientos cadáveres.

15 de febrero de 2008

Posiblemente, el mejor vídeo de la campaña electoral



Pues en HazteOir han tenido una idea similar a la mía, pero más modosita y mejor hecha. Posiblemente, el mejor vídeo de la campaña electoral.

Rompe con Z. ¡Pásalo!

13 de febrero de 2008

Diferencias...

... entre éstas imágenes...



… y éstas otras…


Dejen que me defienda, por favor

El otro día unos cafres decoraron abundantemente el portal de mi casa. Desconozco si son negros, amarillos o fruta del país. El aspecto que ofrecía dicho portal era indescriptible. No parecía sino que una piara de cerdos hubiese hecho en él parada y fonda. Montones de patatas fritas desparramadas por el suelo, una botella de refresco a medio vaciar… en fin. Supongo que ofrecía el aspecto de haberse celebrado un botellón.

Lo primero que uno piensa es: «Hay que hacer algo. Esto no se puede consentir». Bueno, ¿y qué hacemos? Lo primero, denunciar el hecho a la Policía Municipal. Se supone que ellos son competentes para arreglar este tipo de cosas. Va uno, confiado, a la Policía Municipal. Le reciben con una sonrisa amable, como a todo el mundo. Es un señor rellenito y simpático (o que pretende pasar por simpático). La conversación podría desarrollarse en estos términos:

—Buenos días.
—Buenos días, señor. ¿Qué se le ofrece?
—Mire, vengo a denunciar que unos cafres han ensuciado el portal de mi casa.
—Ajá —nos dice el funcionario, fingiendo interés—. ¿Conoce usted o tiene relación con dichas personas?
—No sé quién ha sido, pero le puedo mostrar fotos de cómo ha quedado el portal y así ustedes…

En este punto el funcionario resopla. Parece que tiene una solución.

—Entonces no podemos hacer nada. Si no nos dice quién ha sido no podremos detenerlos.
—Pero oiga…
—De verdad comprendo su problema —y da una palmada en la mesa haciéndonos comprender que por más que digamos él no va a mover un dedo—. Pero si no nos trae usted pruebas físicas de quién ha sido, no podremos ir a buscarles.
El funcionario se te queda mirando y luego se encoge de hombros. Está claro que no es su problema. Por si te quedaba alguna duda, el funcionario añade:
—Oiga, somos policías, no niñeras. —Al ver nuestra expresión de extrañeza, continúa—. Nosotros no tenemos la culpa de que sus padres no los hayan educado correctamente. Si hubiésemos de perseguir a todos los niñatos que se dedican a hacer botellón en esta ciudad todas las noches, no habría suficientes efectivos para realizar el trabajo normal. Además, el sindicato ya ha pactado las condiciones del horario nocturno y...
—Bueno, no se preocupe —corta uno, resignado—. Por cierto, a usted le falta un poquito de ejercicio, ¿no cree? Buenos días.

El funcionario, sorprendido en su línea de flotación, suelta un juramento. Se acaba uno de ganar un enemigo de por vida… pero bueno, la peripecia no acaba más que empezar. Resignados, digo, salimos de la Comisaría de la Policía Municipal.

¿A dónde dirigirse ahora? ¿Nos vamos a la Comisaría de los Mossos o a la Policía Nacional? Optas por lo segundo. Esta vez te recibe una muchacha que parece recién salida de la Academia, muy vivaracha ella.
—Buenos días, caballero. ¿Qué desea?
—Verá, yo quería denunciar que unos cafres han ensuciado el portal de mi casa.
La chica hace como que se lo piensa.
—¿Los conoce? —pregunta—.
—No.
—Bueno, entonces rellene este cuestionario, que cursaremos a una unidad para que haga el seguimiento necesario y…
—¿Cuestionario, dice usted?
— Ehhhh… sí.
—Bueno, démelo, a ver…
Y te apartas un poco para enfrentarte al cuestionario.
Las preguntas son de lo más curioso: «¿Conoce usted a los presuntos delincuentes?», «¿Sabe si forman parte de alguna banda latina?», «¿Ha sido amenazado, agredido o extorsionado por ellos?». Cuesta Dios y ayuda rellenar el cuestionario, pero ahí vamos. Lo terminas, no sin algún trasudor que recuerda a los del rey Alfonso VI en Santa Gadea…

... Las juras eran tan fuertes
que al buen rey ponen espanto,
sobre un cerrojo de hierro
y una ballesta de palo…

Entregas el cuestionario y la muchacha, toda alegría, te dice que se le dará curso debidamente. Te vas a casa tranquilamente pensando que la pesadilla ha concluido. Pero no. Resulta que una soleada mañana de domingo vuelve a aparecer el portal hecho una pocilga, abundantemente decorado. Por supuesto, nadie ha visto nada. Nadie sabe nada. Harto, pues, de fregar el portal y de adecentarlo, uno decide montar guardia el próximo fin de semana. A las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad no se las convence si no es con pruebas obtenidas en el momento del hecho. Así que esperas.

Aparecen los muchachos, cómo no. Resultan ser fruta del país, mixta (varios chicos y chicas). A lo mejor en su casa son obedientes y sumisos, pero en la de los demás no; se comportan como verdaderos cafres. Ríen, vuelven a tirar las patatas fritas, pensando en la rabia que te dará limpiarlo a la mañana siguiente. Beben del botellón y las risas se hacen más fuertes. Es inevitable: el espectáculo nos aumenta la adrenalina. Y el enojo. Así que sales de tu puesto de guardia aparentando calma, pero apretando fuertemente los puños. Los muchachos advierten que llega alguien de la casa. «¡Corred!», gritan, pero esta vez tú eres más rápido y agarras al que parece el jefe. Fijo que no tiene los dieciocho. Lo primero y sin mediar palabra le metes un tortazo. Y luego le acogotas y le ordenas: «¡Cómete esa mierda!». El chico se resiste, pero tú eres más fuerte y le haces que coma, hasta la última patata frita. «¡Y ahora vete a hacer esto a tu casa!», finalmente, le gritas. El muchacho, con el rostro demudado y dando traspiés, se va hacia su casa.

Por una vez estás contento y satisfecho. Has hecho lo que el cuerpo te pedía, harto de cuestionarios y funcionarios que no quieren mover un dedo por esa «minucia». Pero si crees que has terminado, vas de lado. A los pocos días llama a tu puerta una pareja de la Policía:

—¿Es usted Don Fulano de Tal?
—Sí.
—Tiene usted que acompañarnos a Comisaría, Don Fulano. Le tenemos que hacer unas preguntas.

No hay vuelta de hoja. Vas maliciándote de qué puede ser, pero hasta que no llegas a Comisaría no te das cuenta de hasta dónde ha llegado la pesadilla. El mocoso, acompañado de sus padres, te reconoce y se pone histérico: «¡Es él! ¡Papá, es él!». El padre te mira con odio… y la madre, si sus ojos fuesen espadas, ya estarías traspasado trescientas veces.

La cosa pinta mal. En las declaraciones apareces como culpable, naturalmente. Y hay que ir a juicio, porque en un Estado de Derecho todo se resuelve en los tribunales, faltaría más. Te presentas el día del juicio con tu abogado (como no eres pobre de solemnidad no tienes derecho a justicia gratuita). La otra parte, que te mira como si quisiera verte en el infierno, presenta partes de todo: de la gastritis que le provocaste por obligarle a comer las patatas, del trauma psicológico que le causaste… en fin. Tú presentas tus fotos de cómo quedó el portal.

El juez, que hoy no parece haber desayunado muy bien, mira al chico y te mira a ti. Temes lo peor. Empiezas a maldecir la hora en que no te quedaste en tu casa. Finalmente, dice:

—Primero: Dictamos orden de alejamiento contra la parte acusadora. El acusador no podrá acercarse a menos de cien metros de la vivienda de la parte acusada. Segundo: condenamos a la parte acusada a sufragar los gastos que se hayan deducido de su actuación, además de condenarla en costas.

Pausa tensa. Te mira un momento enarcando una ceja y dice:

—Y dese por contento.

Estás jodido. Tu abogado pone cara de circunstancias y se dispone a cobrar sus honorarios. ¿A cuánto se ha ido la broma en total? A cuatrocientos leuros, honorarios del abogado aparte. No dejas de sentirte como Amerigo Bonasera y, en general, como un perfecto imbécil. Hs funcionado el Estado de Derecho, si. Pero sigues tan indefenso como antes.

El siguiente paso, posiblemente, sea obtener una licencia de armas.

12 de febrero de 2008

La entrevista (II)

Veamos otra posible situación...

Interior día. Despacho de la productora XYZ, S.A. Ambiente acogedor. Foto de ZP bien visible. El gerente, cómodamente recostado en su sillón de cuero repujado. El candidato, sentado frente a él, esperando a que le inviten a empezar a hablar.

PRODUCTOR
Así que tú eres actor.
ACTOR 2
Sí, señor.
PRODUCTOR
(observa un momento al candidato)
El currículum.
ACTOR 2
(le alarga una hoja de papel y el carnet del PSOE)
Mis referencias son inmejorables, como verá, pues...
PRODUCTOR
(cortándole con un gesto de la mano)
Sí, ya veo. Has estado en la Escuela de Arte Dramático de Mata de Romerales, has hecho algunos bolos en fiestas infantiles de cumpleaños... Ah, y aquí el carnet. (Mirándole)
Bueno, ¿y quién te manda?
ACTOR 2
Pues verá, vengo de parte Fulano Pérez Díez, que su hermano está casado con el hermano del secretario del PSOE de mi pueblo.
PRODUCTOR
Bien, tienes la recomendación. Pero tu currículum es más bien pobre. (Le mira de través) ¿Hay algo más que sepas hacer?
ACTOR 2
(con una sonrisa de oreja a oreja y profusión de gestos)
Sí, señor. Yo participé en la manifestación ésa de Don Federico Luppi y el cordón sanitario o como se llame. Y estuve también con los compañeros del «No a la guerra» y del «Prestige». Y cuando Doña Pilar llamó «fíus de la pinga» a los de LD, pues también estuve, sí. A punto estuve de hacerme la foto con ella.
PRODUCTOR
¿De veras?
ACTOR 2
(animándose por momentos)
Incluso quise hacer un montaje de esa gran obra que llaman «Me cagu'n Dios», en versión para el mio pueblu; pero la mi tía, que es una beata y vota al PP, que lo sé yo, se lo dijo al cura. Y el cura y el alcalde viniéronme a ver y me dijeron que como la montara ya nun faia falla que volviese al pueblu, que me iban a limar les costilles. Si al Venancio, que yera Conceyal de Cultura, lo echaron porque votó a favor de representar la obra. El pobre ye más babiecu que yo y...
PRODUCTOR
(cortando, pero visiblemente impresionado)
Bueno, bueno... O sea, que eres un actor comprometido, con conciencia social y que ya se ha enfrentado a uno de los enemigos del pueblo.
ACTOR 2
Sí, señor, muy comprometido. Lo de la conciencia social no sé muy bien lo que ye, pero dígole que sí. Y lo de enemigo del pueblu, pues más bien parezco ser yo, porque me han declarado persona no ácrata n'el mio pueblu.
PRODUCTOR
(Comprensivo) Se dice persona non grata, hombre. (Decidido) Bueno, pues no se hable más. ¿Puedes empezar mañana?
ACTOR 2
Sí, señor. Mañana, como una flecha, a donde usted me diga.
PRODUCTOR
En la calle del Pavo tenemos el set. Allá te esperamos mañana a las 8. ¿De acuerdo?
ACTOR 2
Como usted mande, señor.
PRODUCTOR
Tú, a mi vera, que harás carrera.
ACTOR 2
Sí, señor. Muchas gracias, señor.

11 de febrero de 2008

La entrevista (I)

Menudo se está poniendo el patio. Estamos alcanzando (si no hemos llegado ya), los dos millones y medio de parados. Es decir, la misma y aterradora cifra de parados que legó Felipe González a José María Aznar. Por supuesto, los progres le informarán a uno de que «la población ha crecido» y que por tanto, el porcentaje en relación a la población activa «es menor». Lo malo es que la cifra sigue apuntando aproximadamente a un 10% de la población activa, un conceto que en esta entrada vamos a desbaratar.


La lógica nos dice que «población activa» es la que trabaja y percibe una contraprestación (a veces muy menguada) por trabajar. Pero eso no es lo que dice la ley. La ley suele incluir de forma ya habitual la idea que «población activa» no es solamente la que está trabajando y cobrando por trabajar, sino también la que «está en disposición de hacerlo», o sea, quienes están inscritos en el INEM como demandantes de empleo. Ese conceto permite al Ministro de turno darse un respiro y tranquilizar al respetable pudiéndole anunciar, con toda razón, que «la situación es desesperada, pero no grave». Quiere decirse con ello que si en la noción de población activa incluimos solamente aquellos que trabajan y no aquellos que «están en disposición de hacerlo», la tasa de paro podría ser muy, pero que muy preocupante. Pero el buen ministro de Trabajo es el que sabiendo la verdad, maneja las otras cifras con cintura y desparpajo. Que eso es lo que hace el mudo de Béjar y olé.


Así, pues, tal como se está poniendo el patio laboral (no hay trabajo decente para los propios, menos aún para los extranjeros), uno tiene que apuntarse a anuncios como éste que ha colgado mi amigo Daniel en su blog. Ciertamente, para acceder a la carrera por un trabajo digno ya se sabe que es inútil contar con las propias fuerzas. Tiene que haber un padrino, alguien que te presente. No tiene por qué parecerse a Marlon Brando y arrastrar las palabras cuando habla; o a Al Pacino y hacer que te vayas por las patas abajo sólo con mirarte. Basta con que te ponga en el camino. La recomendación es importante. Es una corruptela, ciertamente, y viola el artículo 14 de nuestra Constitución, a la que algunas señoras le tienen una inmensa envidia por esa razón. Pero lo hemos visto todos los días.


Pero así es la vida: el que tiene padrinos se bautiza y el que no, se queda moro (curioso dicho, ahora que empezamos a oler el peligro de acabar convertidos todos en moros). Veamos un ejemplo referido a la profesión de actor. Que la de actor, bien llevada, es una profesión muy dura, ¿eh? Hoy tienes éxito, mañana no y pasado quién sabe. Hay que ser muy proactivo, que se dice ahora. Vamos, que te tienes que mover mucho, aunque se trate de metamorfosearte de chica ye-yé en criatura de universo progre. Que lo de ser actor y de derechas no está muy de moda, que digamos...


Interior día. Despacho de la productora XYZ, S.A. Ambiente acogedor. Foto de ZP bien visible. El gerente, cómodamente recostado en su sillón de cuero repujado. El candidato, sentado frente a él, esperando a que le inviten a empezar a hablar.


PRODUCTOR

Así que tú eres actor.


ACTOR 1

Sí, señor.


PRODUCTOR

(observa un momento al candidato)

El currículum.


ACTOR 1

(le alarga dos hojas de papel)

Mis referencias son inmejorables, como verá, pues...


PRODUCTOR

(cortándole con un gesto de la mano)

Sí, ya veo. Has estudiado en la Real Escuela de Arte Dramático de Madrid, en el Institut del Teatre, has sido becado para estudiar en el Actor's Studio, en la Royal School of Dramatic Arts de Londres... Caramba, está bastante bien.

(mirándole fijamente)

Y ésta será tu primera película.


ACTOR 1

Sí, señor. Me enteré del casting porque me muevo algo por el mundillo de los actores.


PRODUCTOR

Bueno, bueno. ¿Y quién te manda?


ACTOR 1

(sorprendido)

¿Cómo dice?


PRODUCTOR

(impacientándose)

Que sí, que quién te manda, quién te recomienda.


ACTOR 1

Ah, es que no sabía que para trabajar en el cine te tenía que recomendar alguien.


PRODUCTOR

Así es como va el negocio. Que sí, que tu currículum es bueno, pero te tiene que recomendar alguien. (Se fija en la cara de desencanto del joven). Bueno, no te preocupes. Hay que empezar desde abajo, como yo. Te mandaré a Fulano, que es director de cortos y por ahí ya empezarás con la recomendación, que como ves, es muy importante.


ACTOR 1

(mosca)

Sí, claro, ya me estoy dando cuenta. Muchas gracias por su recomendación y buenos días.


PRODUCTOR

De nada, muchacho. Estamos para ayudar a los talentos jóvenes.


(continuará...)

El corazón en alto


Yo ya he roto con Z... ¿y tú?

Contra la Z-eja... el corazón el alto xD.

9 de febrero de 2008

Premio Arte y Pico

Los amigos Daniel y Martha Colmenares me han concedido el premio Arte y Pico. Claro que para premio, el que ha recibido mi amigo Hartos, que tiene la prueba documental de que Mandatela ha visitado su blog. O el premio de mi amigo Daniel: poco después de publicar un post sobre el Schindler español Telecinco emitió un reportaje sobre dicho personaje. Me come la cochina envidia xDDDD

Debo considerar a 5 bloggers para conceder el premio, así que vamos a ello.


Contando estrelas, de Elentir.


Baluarte de Occidente, de Abu-Saif Al-Andalusi.


DoceDoce, de Clausius (por cierto, genial el post sobre el vídeo de los ^^ xDDD).


Spanish Pundit, de mi amiga Lady Vorzheva


In partibus infidelium, de Crispal.


Y lo que decía yo en el agradecimiento a Daniel: a quien yo se la dé, San Pedro se la bendiga, aunque no vaya a misa. Y a Martha... bueno, qué decir de Martha: está en el corazón de todos los que formamos la red anti-ZP, no digo más.



Normas a seguir:



A) Debes elegir a 5 blogs que consideres sean merecedores de este premio por su creatividad, diseño, material interesante y aporte a la comunidad bloguera, sin importar su idioma.


B) Cada premio otorgado debe tener el nombre de su autora y el enlace a su blog para que todos lo visiten.


C) Cada premiado debe exhibir el premio y colocar el nombre y enlace al blog de la persona que la ha premiado.


D) Premiado y premiador deben exhibir el enlace de Arte y pico, para que todos sepan el origen de este premio:


http://arteypico.blogspot.com/2008/01/ha-nacido-un-nuevo-premio.html.


E) Exhibir estas reglas.

El caldito


Después de 39 días de ataques prácticamente ininterrumpidos a la Iglesia (la jerarquía sociata comprobó con horror que «la secta de la cruz» tiene más pegada y más poder de convocatoria que el «clan de la rosa»), Z ha invitado al Nuncio Apostólico a «un caldito».


Según tengo entendido, existen varias clases de caldo: de gallina, de pollo, de verduras... Se corren apuestas acerca de la variedad de caldo que Z va a servir a Su Eminencia. O tal vez sea un caldo «especial», quién sabe.


De lo que sí estamos seguros es que la Iglesia ya le ha dado dos tazas de caldo a Z y a su gobierno. Los propagandistas se esfuerzan en presentar a la Iglesia como «heredera de Torquemada» (también lo es de Fray Bartolomé de las Casas, de Francisco de Vitoria, de Teresa de Jesús o de Ignacio de Loyola, por citar solamente a los españoles; pero está claro que esto no interesa resaltarlo). La primera la recibió el 30-D, que valió a los monseñores Rouco Varela y García Gasco el apelativo de «fascistas» y de «brazo eclesiástico del PP» y algunas otras barbaridades más. La segunda, con motivo de las «orientaciones electorales», tildadas de «interferencia intolerable» y de «petición velada de voto para el PP». Sobre éstas ya hemos hablado, así que sólo recordaremos un detalle. En 2004 la Iglesia se posicionó en contra de la guerra de Irak. ¿Por qué entonces no tacharon ese posicionamiento de «intromisión intolerable»? Ningún miembro del Gobierno o del PP se rasgó públicamente las vestiduras, porque entendieron que la Iglesia, como parte de la sociedad española, tenía derecho a opinar en ese momento trascendente. Y el P(SOE), que pasa por «laico», se calló. Qué muestra de talante, oiga.

Interesante también el cabreo que han pillado los ultras rojos al ver que la selección española ganaba (en un amistoso claro, que a España los amistosos se le dan de miedo) a la francesa con los colores del Vaticano...


Nos preguntamos si el resto de esa tercera taza de caldo se la dará la Iglesia al P(SOE) el 9-M...

Una de cal y otra de arena

Que no. Vamos, que no. Que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Hay que separar las declaraciones de unos y de otros.


En primer lugar, no estoy de acuerdo con las declaraciones de Miguel Arias Cañete, que vino a decir que «desde que están los sudamericanos los camareros ya no son lo que eran». Tengo el honor de declarar que muchas veces voy a tomarme mi café y a leer mis diarios en un bar servido por dos muchachas encantadoras, Suli (ecuatoriana) y Ángela (rumana) y debo decir que jamás tuve un problema con ellas porque me sirvieran tarde, mal y nunca, que es lo que parece sugerir usted con sus declaraciones. Todo lo contrario. Y le digo más: en el quiosco en el que compro mis diarios trabajan dos argentinos, Hugo y Patricia, con los que tenemos un muy buen trato y casi son como de la familia. Por no hablarle del kebab que está justo al lado de mi casa. Si yo pensara como usted, señor Cañete, llegaría a la conclusión de que sus propietarios —muchachos honrados, silenciosos y trabajadores— son en realidad peligrosos activistas camuflados de Al-Qaeda, a quienes lavaron el cerebro en una madrasa pakistaní y están practicando full-time la taqqiya. No podemos evitar que el señor Cañete eche de menos el castizo quevasé de toda la vida, pero lo que sí podemos sugerir es que un alto cargo de un partido que aspira a gobernar el país mida un poco más sus palabras y no meta a todos los extranjeros en el mismo saco. De menos hizo Dios al señor Cañete, a quien hizo de un puñete.


Ahora bien, dicho esto, también hemos de enfatizar que estamos de acuerdo con la propuesta de Mariano Rajoy de ofrecer a quienes llaman a nuestra puerta los famosos «contratos de integración». España es famosa por su hospitalidad, pero últimamente aparecen en las noticias extranjeros que no solamente no se integran, sino que vienen a dar por saco (lo podría decir menos finamente, pero para eso ya están los amigos Cerrajero o Harto, que no se andan con... rodeos, jeje).


Y estoy de acuerdo no solamente porque esa medida se aplica con éxito en países como los USA, Dinamarca, Holanda, Alemania, Inglaterra o Francia. Teniendo en cuenta que, a pesar de lo que dice Jesusito Caldera, sí hay un nexo fuerte entre delincuencia e inmigración (que se lo pregunten a José Luis Moreno o a los habitantes de las urbanizaciones de la sierra madrileña, a la familia de joyeros Tous, o hagan la encuesta en Alcorcón, por ejemplo), ¿no será de sentido común establecer algún tipo de control o condición para la estancia y/o permanencia de los extranjeros en nuestro país?


Por no hablar, claro, de algunas prácticas bárbaras que traen de sus países de origen. ¿Han oído hablar los multi-cultis de la dolorosísima ablación del clítoris, práctica corriente en algunos países africanos que, después de producida, impide a las mujeres afectadas obtener algún placer sexual en sus relaciones íntimas? ¿Han oído hablar los multi-cultis de los matrimonios concertados por los padres entre niñas y señores mayores, práctica corriente en algunos países musulmanes? ¿O son «costumbres que hay que respetar, aunque no sean las nuestras, porque ante todo somos tolerantes»? Cito estas dos de memoria, pero seguramente hay alguna otra más.


Quizá se me pueda acusar de «poco humanitario», pero yo no acepto las pateras ni los cayucos. Y no las acepto porque resulta que las pateras son lanzadas por mafias de traficantes, que a su vez aprovechan la corrupción y el «impulso» de los países «emisores». Es ahí donde hay que atacar el problema. No esperar a que venga a nuestras costas casi en plan de «aquí estoy porque he venido y tienes que socorrerme porque eres cristiano y humanitario». Y comprendo muy bien que se han jugado la vida y las mafias las tienen agarradas por donde no suena. No seré tan duro como para decir que no haya que socorrerles cuando llegan ateridos de frío y presa de la hipotermia. Claro que hay que hacerlo. Pero no es el camino. De eso estoy firmemente convencido.


Todos recordamos los incidentes de la verja de Gibraltar de 2005: los inmigrantes, pinchados y disparados por los policías marroquíes, trataban de escalar la verja y se mandó allí a la Legión... sin armas, para que hiciera el ridículo más espantoso tratando de detener la avalancha de inmigrantes. De la famosa sirga tridimensional jamás se supo (de hecho, Marruecos estaba saboteando los trabajos de construcción). En todo caso, no sé si se llegó a construir. Me da que no.


Ya sé que los multi-cultis se me echarán encima. Y que me insultarán sin oponer razonamiento alguno, como el troll ese que tuve que borrar del comentario anterior. Pero vuelvo a decir que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. A lo mejor resulta que esa permisividad de la que alardea el P(SOE) no tiene nada que ver con el hecho de que los islamistas pidan con todo descaro el voto para Z, que con tal de atacar a la Iglesia es capaz de hacerse moro él mismo. O a lo mejor sí. Eso, sin contar con otro efecto inmediato: el exceso de inmigración y los problemas derivados de ese hecho serán un lastre que tendrá que soportar Rajoy en caso de que salga éste vencedor. Muy en la tradición española de «el que venga detrás, que se j...». Pero claro, si resulta que «el conceto de eZPaña es discutible y discutido» (deleznable labor de destrucción del sentimiento de pertenencia a la nación española, que no es de ahora sino que se trata de una labor de años), todos tienen los mismos derechos sobre España. Ahora, que puestos a ello, prefiero a los italianos, descendientes de los romanos. Por lo menos, ellos sabían vivir y además, podría comer muchos spaghetti alla bolognese, que me encantan. En cambio, siempre encontré el couscous demasiado picante las veces que me lo ofrecieron.


Finalmente, el «contrato de integración» no lo han de temer quienes vengan con buenas intenciones, como asumo que lo hicieron las camareras Suli y Ángela, o mis amigos Hugo y Patricia. Todos ellos trabajan y ganan su pan honradamente, con el sudor de su frente. Deben temerlo quienes quieren establecerse en España porque aquí la legislación penal es extremadamente bondadosa comparada con la de sus países de origen. Ésos son quienes deben temer ese contrato. Y en ese sentido, sí aplaudo la iniciativa de Mariano Rajoy.

6 de febrero de 2008

El negro, la rubia, su marido y el de las patatas


Estos son tiempos de paciencia. Paciencia para soportar los ataques inanes del PAPP. ¿Cómo? ¿No saben ustedes qué partido es ése? Pues eso se lo explico yo en un periquete: son las siglas del Partido Anti-PP, antes conocido como P(SOE). Partido sin programa conocido, o cuando menos, cuyo programa se asienta en atizar a todo lo que se mueve (en contra, claro). Partido en el que sus dirigentes parecen andar presa de un ataque de nervios porque no son capaces de despejar ese «empate técnico» que anuncian las encuestas y podría suponer la emergencia, tarde o temprano, de un voto de castigo anti-Z.


Pero no les quería yo hablar hoy de la política patria, que bastante enlodada está ya. Más bien echaré un vistazo al otro acontecimiento mundial, que suele robar minutos en las páginas de Internacional para beneficio de las de Nacional (hablando más de lo que ocurre fuera los informativos se libran de la peligrosa carga que es dar detalles sobre lo que ocurre en casa). Naturalmente, nos estamos refiriendo al proceso electoral en los USA. Es más o menos obligado hablar de él, ya que hoy es el llamado supermartes, el día en que se definen —por fin— las candidaturas.


El proceso electoral español apenas resiste la comparación con el estadounidense. Para empezar, nos encontramos con un sistema de listas abiertas, en vez de las listas cerradas europeas continentales. Cualquier militante de un partido, ya sea demócrata o republicano, se puede presentar a las listas y someterse al veredicto de las bases del partido. ¿Cualquiera? Bueno, cualquiera no. Es necesario tener mucho, mucho dinero para pagarse una campaña electoral del bolsillo de uno.


En España, en cambio, no ocurre así. Como recordaba no hace mucho Aleix Vidal-Quadras (una de las cabezas mejor amuebladas de la democracia española en la actualidad) en una tertulia de Radio Intereconomía, «en España uno no se presenta: le presentan». No dijo más, porque la discreción es norma en los cargos políticos de altos vuelos y hay que leerles entre líneas; pero ya es muy significativo el detalle. Por otro lado, ventaja es, para el candidato español, que la campaña se la pague el Partido.


Otra diferencia fundamental y derivada de cada sistema es que el candidato John Doe se debe a los electores de su circunscripción. Por eso, en las películas o series estadounidenses —algún dato tenían que recoger de la realidad—, un señor cualquiera puede amenazar con «escribir a su senador» y observar cómo el funcionario amenazado se va por las patas abajo. Extremo que en España es simplemente impensable, porque aquí la lealtad del parlamentario Juan Español, ya sea nacional o autonómico (Joan Català, Joan Valencià, Jon Euskaldarra, Xoan Galego y últimamente, Xuan Asturianu y Huan Andalú) es para con el partido. Y una prueba muy lamentable de esta verdad la tuvimos en Cataluña, cuando Francisco Caja se personó en el Parlament para defender una iniciativa legislativa que cumplía con todos los requisitos legales. De 135 parlamentarios, abandonaron su escaño un centenar cuando él empezó a hablar, además de los que se vieron súbitamente aquejados de una «gripe» que les impidió asistir. Quedó muy clara la «lealtad» de sus señorías.


El candidato John Doe debe superar infinidad de caucus, reuniones informales, visitas, escenas con niño, con abuela, con lágrimas, con café y otras «novatadas» varias, que le ponen en el brete de demostrar sus «reflejos» (las efectivas lágrimas de Billary, por ejemplo, fueron las que prácticamente salvaron su carrera como candidata demócrata y que aún no se sabe si fueron auténticas o falsas). El candidato Juan Español únicamente debe sentir sobre sí el dedazo del jefe. Debe someterse a todas las otras pruebas de público; pero tanto él como sus primos autonómicos, superada la prueba del jefe, ya son candidatos en sentido estricto y el Partido pone a su disposición los medios necesarios para que la carrera del candidato salga adelante.


Verdad es que el P(SOE) intentó las primarias. En el 97, ¿se acuerdan? Después de la dulce derrota que pronosticó Felipe (a quien después se le quedó una cara más fea que la del Fary comiendo limón al ver que sería Aznar y no él quien se sentaría en Moncloa). Salieron dos candidatos: Josep Borrell y Joaquín Almunia. La campaña se hizo muy al american style. Se dejó que las bases votaran, como ocurre en los USA. Salió Borrell. Perfecto. Borrell quedaba declarado candidato urbi et orbe a las próximas elecciones del 2000. Sin embargo, Borrell pinchó en varios debates importantes con Aznar (entre ellos el hoy conocido como debate del estado de la canción) y fue defenestrado y mandado a Europa a una velocidad que ni él mismo se la creía. ¿Qué pasó? Pues que si Borrell era el candidato de la plebe, Almunia lo era del establishment y éste finalmente fue el que «ganó» las primarias, aunque se convirtió al mismo tiempo (y probablemente sin saberlo) en candidato de transición hasta la llegada del bienamado Z.


Volviendo a la realidad, entre los demócratas parece ser Hillary Clinton la vencedora, aunque Obama (que ha intercalado una «c» en su nombre para que suene menos musulmán y más pure American flavor) «sigue vivo». En el bando demócrata no están muy claras las cosas, pero podrían quedar así: Hillary de presidenta y Obama de vicepresidente. Al revés podría ser más peligroso, porque la inexperiencia de Obama es todo un factor en su contra y en cambio Hillary cuenta al menos con la experiencia de su marido, por más que al marido le faltara un quitamanchas en un momento decisivo.


Del lado de los republicanos, por otro lado, parece ser que quien claramente ha ganado es McCain, el de las patatas. Que no se distingue precisamente por su habla pausada y continente. Más bien por lo contrario: incontinencia verbal y verbo inflamado (mira que llamar a Kim Jong Il «pelele con zapatos de plataforma»... Aunque sea verdad. No sé cómo llamaría él a nuestro Z; pero me alegro de no estar en el pellejo de Z para saberlo).


De todos modos, volviendo a echar un vistazo desde la política nacional, cabe resumir esto en pocas palabras: si gana Z nuestras elecciones tribales del 9-M, no importa quién salga vencedor en las elecciones USA. Salga quien salga, estaremos jodidos. Queda una esperanza: que Z haga llegar su apoyo incondicional a... ¿lo adivinan ustedes? Hillary, naturalmente.


(y yo echaré de menos a Condoleezza Rice... ¡qué pedazo de mujer, oiga!)

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