El libro cuyo título hemos colocado es un libro altamente recomendable para todos. No es un libro muy extenso (apenas tiene 200 páginas), pero es muy ilustrativo respecto de algunos mitos pro-islámicos que circulan por ahí. El libro no sólo es de rabiosa actualidad, sino que permite ofrecer una proyección de lo que puede suceder a quienes caigan bajo las garras del islam.
Sin pretender un comentario exhaustivo del libro, hay dos puntos que me llaman poderosamente la atención. Uno de ellos ya lo he comentado alguna que otra vez, pero únicamente ateniéndome a la realidad de los hechos. Con el libro en la mano, dichos puntos adquieren un cariz completamente distinto. Vamos, pues, aunque sea brevemente, a comentar el asunto.
El Islam es una religión de paz.
Se dice y mucho que lo es. No obstante, hay algunos datos que no cuadran con la beatífica expresión facial de los proislamistas cuando hablan de la tolerancia del Islam. En primer lugar, es conocido que el Islam se asienta sobre cinco pilares: la guerra santa (yihad), el ayuno, la oración diaria y el viaje a La Meca. No es casualidad que el primero que suele citarse es el de la guerra santa, pues al parecer se trata de una obligación primordial de todo musulmán el extender la fe islámica. El paso más allá se da cuando dicha extensión se produce por la fuerza de las armas. Parece ser que el propio Corán no se extiende mucho ante el particular, pero la mayoría de los hadiths (dichos y hechos del Profeta sobre cuestiones coránicas) versan casualmente sobre la yihad. Por tanto, cabe entender que la «guerra santa», entendida literalmente, es un elemento central de la enseñanza islamista. No está de más recordar aquí el famoso versículo de la espada, que algunos yihadistas han enarbolado en su lucha contra Occidente:
«Matadlos dondequiera que los encontréis y expulsadlos de donde os han expulsado» (2:191).
Se demuestra claramente la «voluntad de paz» de esta religión. De paso, se demuestra también que Iliá Ehrenburg no inventó nada cuando lanzó la consigna «¡Matadlos hasta en el vientre de sus madres!», dirigida contra los nazis invasores de su país.
La dimma
Supongamos que nuestra peor pesadilla (la invasión y/o entrega de Andalucía a Mohamed VI) se cumple. ¿Qué ocurre con las personas? Habrá quienes se conviertan al islamismo, con lo cual entrarán en la comunidad de creyentes (umma) y los habrá que no, que seguirían siendo cristianos. A éstos el Corán les reserva la calificación de dimmíes, lo cual no es precisamente un modelo de tolerancia. De entrada, el dimmí justifica su derecho a existir con el pago de la jizya o tributo a la autoridad musulmana, en concepto de «protección» (¿quién dijo que la mafia la inventaron los sicilianos?). Este pago no es precisamente un formulario 300, de los que se ven en las Delegaciones de Hacienda. El pago se hace en condiciones humillantes para el dimmí e incluye una ceremonia en la que el funcionario musulmán pega al infortunado dimmí al efecto de que éste se sienta en todo momento una persona inferior (Corán, 9:29). Es decir: los no musulmanes pueden ser tratados como la autoridad decida, con el único límite del pago de este «impuesto». Y lo peor es que este estatus, con las mismas características, se sigue manteniendo hoy en día (no es en absoluto cosa del pasado, como sostienen algunos pro-islamistas).
No quisiera alargarme más, pero como aperitivo de lo que puede suponer la lectura de este libro, creo que está bastante bien. Por si de todos modos no os apetece comprar el libro, hay un resumen de sus ideas en http://zetapolleces.com/docs/viva-el-coran.pdf.
Así, cuando oigáis a los mansurescuderos y a los yusufgalanes ya no os podréis llamar a engaño. Por no hablar de los progres, a quienes los musulmanes consideran poco más que «tontos útiles».
El tema es ese, que los progres piensan que el Islam acepta la Alianza de Civilizaciones. Pero los musulmanes tienen más repulsa por las políticas progresistas que por la tradición cristiana.
ResponderEliminarPD: Con tu permiso te linkeo en Jóvenes y la Libertad
Amigo Juan:
ResponderEliminarEncantado de ser enlazado en tu blog. Ahora mismo paso a hacerte una visita :)
Saludos,
Aguador
Apunto la sugerencia como lectura para estas Navidades.
ResponderEliminarAfortunadamente en Marzo, cuando cambiemos de Gobierno, pegaremos carpetazo a la Alianza
ResponderEliminarEs un libro estupendo que leí hace algún tiempo.
ResponderEliminarLamentablemente, los tópicos difundidos por los progresistas siguen vigentes.
Lo que más me sorprende es ver a las mujeres "progresistas" defendiendo la Alianza de Civilizaciones...
#Amigo Finde:
ResponderEliminarAl igual que el amigo Daniel, yo votaré en marzo al PP como mal menor, aunque sólo sea para que los bergantes que ahora nos desgobiernan se tiren cuatro años más en la poltrona. Y ojalá Rajoy, caso que llegue a Moncloa, se deje de temperancias y "no pase página", como hizo Aznar (y así nos lució el pelo...)
#Amiga Schwan:
Es un libro verdaderamente magnífico y de obligada lectura para quien quiera ver más allá de la hojarasca propagandística con que nos quieren inundar los proislamistas y los progres.
Y tienes razón: es muy "sorprendente", teniendo en cuenta el papel de la mujer en el Islam, que las mujeres "progres" defiendan la Alianza de So-Mamones xDDDDD
Saludos,
Aguador
Tiene muy buena pinta, habrá que encargárselo a los Reyes Magos :)
ResponderEliminarBss
Amigos Cerrajero y Morena:
ResponderEliminarVerdaderamente os lo recomiendo porque está escrito en un estilo ágil y nada pesado, al par que riguroso con la historia. Creo que os va a encantar ;-))
Saludos,
Aguador