Miserable el directivo del PNV que, en un alarde de "valentía", no ha querido identificarse para lanzar su ataque contra la viuda de D. Eduardo Puelles, doña Francisca Hernández. Sabiendo como sé que en los partidos rara vez hace declaraciones quien no tenga algún tipo de mando, no me extrañaría que hubiera sido Anasagasti, el caracazo.
En todo caso, ya nos es conocida esta postura del PNV. Los recogenueces se posicionan al lado de la ETA, como siempre. No son tan lejanos aquellos tiempos en que cada vez que la Benemérita detenía algún etarra, nunca faltaba algún burukide (preferentemente Egíbar) dudando de que al "valiente gudari" se le hubiese aplicado un tratamiento correcto. Y estamos en lo mismo. Pero dicen que no apoyan a ETA.
Pagaban subvenciones a los familiares de los etarras (¿por qué? ¿Acaso no son unos asesinos? ¿Por qué hay que hacer un favor a sus familiares, que, en no pocos casos apoyan las mismas tesis asesinas?), pero dicen que no apoyan a ETA.
Recibimos hace pocos días una confirmación oficial de algo que sospechábamos hace ya mucho: que la Ertzaintza no actuaba contra ETA por motivos políticos. Para el PNV, al parecer, los de la ETA siguen siendo "las ovejas descarriadas" del nacionalismo vasco y que, "en el fondo, esperan recuperarlos algún día". Pero dicen que no apoyan a ETA.
Dejando aparte su mal perder –que también–, sólo un miserable, un malnacido, una rata asquerosa, un gusano inmundo podría decir las siguientes palabras de doña Francisca Hernández (declaraciones a El País, que les cede espacio):
"En esas circunstancias no se puede dejar el discurso a la viuda. Fue una situación durísima. La mujer lo mezcló todo. Hizo referencias muy duras a las familias de los presos. Supongo que estaría sedada a tope. Eso lo tienen que cuidar. Es mejor que las viudas no hablen".
¿Y dicen que no apoyan a ETA? El Evangelio –que es mi manual de consulta– dice muchas cosas y en particular la siguiente: "No se puede servir a dos señores". Trasladando el dicho al PNV, resulta que en materia política aplican el principio de contradicción: "A es A y es también no-A". Es decir: son "demócratas" (habría que hablar mucho sobre eso) y al mismo tiempo apoyan los fines de ETA, que es cualquier cosa menos demócrata. Ambigüedad calculada que debería llegar a su fin: o se está con las víctimas, o se está con los verdugos. No se puede quedar bien con todos.
En esta tesitura me desazonan mucho las palabras de don Salvador Ulayar, por la relevancia de quien las dice. Leí su historia en el libro de José Díaz Herrera e Isabel Durán "ETA, el saqueo de Euskadi". Ahora le leo en LD y no es ni mucho menos para tirar cohetes. Sobre todo porque denuncia a una AVT domesticada. "Desactivada", podría decirse. Otro ejemplo de cómo los (malos) políticos expulsan a la ciudadanía de sus mismos espacios de libertad. Y si los propios interesados (o cuando menos sus "representantes") dejan de enarbolar la bandera que los unió para aceptar sin chistar el discurso de un Gobierno que los quiere calladitos y que al mismo tiempo "negocia" con los etarras, pues apaga y vámonos.
Y en cuanto al PNV, dos cosas. La primera, que al "directivo" que ha dicho esas barbaridades tendrían que inyectarle la antirrábica y ponerle un bozal. Y la segunda, que en el tema del terrorismo no se puede ser al mismo tiempo parte de la solución y parte del problema. O se está con los verdugos, o se está con las víctimas. Otra cosa es que sea tabú decir en voz alta por quien corresponda (o debería corresponder) que el PNV apoya a los etarras. Y esto hasta Sabino lo entendería aunque no se lo explicaran los jesuitas de Orduña.
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