25 de septiembre de 2008

La nación del PSC

Por su interés, reproducimos este artículo de Leopoldo Cuesta en MD

Pues sí queridos míos. Este verano ha sorprendido a cronistas tanto de izquierda como de derecha, la conversión del Partido Socialista de Cataluña (PSC) a la fe nacionalista. A unos les ha parecido una traición; a otros, simple oportunismo. Y no estoy de acuerdo con ninguno de ellos.

Defiendo la tesis de que la evolución del socialismo en general, y del PSC en particular, hacia posiciones nacionalistas, forma parte del desarrollo coherente del colectivismo, del culto a la Comunidad, y del desprecio al individuo.

El socialismo se basaba en una supuesta ventaja económica de la planificación centralizada, frente a la búsqueda individual de la felicidad a través de la consecución de objetivos personales. Esta suposición, se podía contrastar con la realidad, y eso ha sido precisamente lo que ha ocurrido a lo largo de todo el siglo XX: el fracaso del Socialismo ha sido total y sin paliativos… pero…

¿Donde se iban a refugiar los quienes no creen en la persona?, muy fácil: en la Nación Planificada: En el Nacionalismo.

Y hablo de Nación Planificada, para distinguir la «Comunidad Popular» nacionalista, de las Naciones Históricas realmente existentes.

Nadie planifica la existencia de las Naciones Históricas. Son fruto de millones de hechos aislados independientes entre sí. Fruto de victorias y derrotas militares, de habilidades y torpezas. Los hechos que modelan una Nación Histórica, podían haber ocurrido de otra manera, pero entre todas las infinitas posibilidades, solo una es históricamente cierta.

En las Naciones Históricas los individuos conservan la libertad, porque no deben ajustarse a ningún modelo preconcebido, es la Nación la que se nutre de ellos. ¿Ejemplos concretos?, tenemos uno muy cerca: España.

España es una Nación Histórica.

Las Naciones Planificadas de la mitología nacionalista obedecen a un proyecto ideológico abstracto. Sus fronteras, su cultura y su idioma no son fruto de las decisiones de sus ciudadanos, sino del proyecto alucinado de los «verdaderos patriotas». Las naciones Planificadas son un mero artificio, diseñado por burócratas, al margen de cualquier control democrático.

Las Naciones Planificadas, al ser falsas, hay que fabricarlas. Y a ese objetivo deben plegarse las vidas y las haciendas de las personas. Quien no lo haga, queda excluido de la «comunidad nacional». ¿Ejemplos concretos? También los tenemos muy cerca: «Euskal Herria» «Els Països Catalans» «Galiza», son Naciones de diseño, Naciones Planificadas. Falsas Naciones, que no han sido producidas por la Historia. Esta ideología, prácticamente una religión, es el refugio ideal para quienes huyen del fracaso del socialismo. Al ser mística, no hay que demostrar nada: pase lo que pase, el mito se mantiene. ¿Alguien tiene una idea mejor para seguir viviendo del cuento?

Por supuesto esta «Construcción Nacional» supone la destrucción de las personas que tienen la desgracia de vivir en esos territorios. Incluso la destrucción de la cultura que el nacionalismo dice defender.

Les voy a contar una historia… Puede que a los lectores más jóvenes les cueste creerlo, pero hace más de 30 años, en pleno franquismo, el catalán fue un idioma de enorme prestigio, tenia amigos en todas partes y estaba en plena expansión.

A día de hoy, el catalán está perdiendo terreno demográfico. Es un idioma poco atractivo para los estudiantes, y no es económicamente rentable. Cuando la gente puede elegir, elige el castellano. Socialmente, el catalán sólo se habla cuando se impone coactivamente. No es autónomo, depende de subvenciones y prebendas. Si el régimen nacional-socialista se desmorona, el idioma catalán va a tener grandes dificultades para sobrevivir al siglo XXI.

¿Qué ha pasado en estos años? ¿Cómo es posible que después de 3 décadas de gastar ingentes sumas de dinero en potenciar el catalán, su crecimiento esté paralizado?

La verdad es tan simple, que un nacionalista es incapaz de verla: la ciudadanía percibe que el catalán ha dejado de ser un idioma para convertirse en un arma, un instrumento sectario de segregación social y política, con el único objetivo de crear una «comunidad popular» mística, cultural y lingüísticamente pura, cuya identidad se basa en el odio a España.

El mito se alimenta a sí mismo, pues el retroceso social del catalán, es utilizado por el nacionalismo para aumentar el victimismo y la presión sobre la población al grito de… ¡el catalán se extingue!. El separatismo jamás podrá asumir la realidad de que el retroceso del idioma catalán, su perdida de prestigio, y su inutilidad económica, son fenómenos de su exclusiva responsabilidad.

Pero asumiendo la realidad de esa decadencia, ¿está justificada la imposición del catalán? Desde el respeto a la libertad de la persona, en absoluto. Si el nacionalismo cree realmente que el catalán, el vasco, o el gallego están en vías de extinción ¿existe mayor crueldad que formar a una generación de niños en idiomas que se extinguen? ¿Alguien ha pensado en ellos como personas? En sus vidas, en sus opciones de futuro, ¿a alguien se le ocurriría imponer el latín en la escuela para «salvar» ese idioma?

La supuesta nación catalana se ha convertido así, en la nación de los nacionalistas. Sus fronteras son sus prejuicios, su bandera el totalitarismo, y su futuro, el rencor y la pobreza.

Esta «Nación» es la que en su último congreso, asume el PSC como parte de su proyecto. ¿De verdad les parece tan extraño? ¿Creen que hay grandes diferencias entre la «construcción del socialismo» y la «construcción nacional»?

El Socialismo y el Nacionalismo son ideologías anti-persona. No pueden soportar que la gente haga lo que desea hacer, y no «lo correcto». Por eso los puentes entre ellas están siempre abiertos para transitarlos en ambos sentidos.

Si el PSOE todavía no se ha colgado del nacionalismo, es porque no encuentra Nación de la que ahorcarse. En España, el nacionalismo español está desprestigiado y es prácticamente inexistente…

…Aunque no crean: en otras latitudes, nuestro idioma también se utiliza para destrozar países. De eso entienden mucho los Estados Unidos, donde grupitos indigenistas quieren romper la unidad lingüística de la gran república norteamericana utilizando el español como ariete…

Aunque eso ya es otra historia…y es demasiado larga para un solo artículo.

Por hoy basta de charla…quizás volvamos a encontrarnos.

¡Hasta otra, amigos!

4 comentarios:

  1. Genial el artículo de don Leopoldo. Aunque no es cierto lo de la "deriva nazionalista" del P$C. Como dicen Girauta y García Domínguez, que fueron miembros de ese partido durante la transición, en sus carnets de afiliado ya decía que "Cataluña es una nación".

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  2. Jeje... Geniales también esos dos ariculistas...

    Saludos,
    Aguador

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  3. Leopoldo Cuesta, el cronista autor de "La Nación del PSC", ha tenido problemas de censura en Minuto Digital, por eso sus articulos han desaparecido de esa Web.
    Ahora publica en www.suma21.com y el enlace con ese articulo es:
    http://suma21.com/index.php?option=com_content&task=view&id=66&Itemid=95

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  4. Qué cierto es eso de que el catalán era un idioma de prestigio hasta hace bien poco!

    Hoy la gente estudia catalán para aprobar oposiciones al Govern, Consell y ayuntamientos, pero cuando se acaban las imposiciones, compran los periódicos y los libros en castellano, escuchan música en castellano y las tv y radios en castellano siguen teniendo audiencias mucho mayores que las que emiten solo en catalán.

    Esto es lo que consiguen los nacionalistas con su obsesión lingüística, el efecto contrario. Parece que no han aprendido nada de nuestra historia reciente.

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