Durante los años de la movida ("los ochenta son nuestros", que dijo Ana Diosdado) surgieron en el proceloso océano musical español grupos con nombres a cual más raro. Me acuerdo de que hasta Clara Morán, la hija de nuestro bendito ministro de Exteriores de aquellos años, militaba en uno llamado Oviformia (con forma de huevo), o 21 japonesas y 46 hamburguesas (así era el nombrecito, que luego se pusieron a régimen le quitaron las hamburguesas y finalmente, desapareció en el ancho mar). O Un pingüino en mi ascensor. Habría que sentar a los miembros de esos grupos para saber de dónde sacaron esos nombres tan "originales". Cosas de aquellos tiempos, en que España quería pasar por "moderna" cuando estaba todavía quitándose la pátina anacrónica de la copla y el blanco y negro de la televisión.
En concreto, el nombre que quiero recuperar es el de No me pises que llevo chanclas. Son sevillanos y aparecen en el panorama musical en 1989, cuando la movida ya estaba casi agotada si no del todo. Y triunfaron con una canción que ahora viene muy al pelo...
Era la alegría de mi calle.
La banda sonora de mi hogar.
Toa la mañana en el balcón
me formaba la revolución.
El canalla estaba bien cuidao
y vivía mejor que yo.
Pero le llegó la hora
y el cielo se lo llevó.
Ese personaje amarillo
ese lindo pajarillo.
Me ha dejado solo y aburrido
y hasta las flores se han "shushurrido".
Esto lo podría cantar perfectamente Zapo, a quien se le han ido el canario y su hermano el caricato (dos por uno, oiga). Se ha ido uno de los ministros más guapos del Gobierno, cuya fina estampa y acento canario eran un contrapunto a los desagradables graznidos de la Momia o el no menos desagradable croar de Pepiño. Quizá haya tenido que ver su desplante árabe (no dar una conferencia en Arabia Saudita porque no se permitió la entrada al personal femenino que iba con él). Seguramente, el ya ex-ministro López Aguilar iba tarareando esto en el avión de vuelta...
¡Ay! mis siete Islas Canarias,
con el pico Teide de guardián.
Son siete hermosos corazones,
que palpitan al mismo compás.
¡Mis siete Islas Canarias!
con el pico Teide de guardián.
Son siete hermosos corazones,
que palpitan al mismo compás.
¡Mis siete Islas Canarias!
En fin, que se fue "Piolín". ¿Y a quién nos han puesto en su lugar? A Silvestre. Atentos al próximo artículo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aquí se puede opinar libremente y sólo se borran el spam y los trolls.
Cada comentario únicamente refleja la opinión de quien lo escribe.