Éste es el título de una novela de José Luis Martín Vigil, novelista que hizo fortuna con novelas para adolescentes. Habrá personas de alguna edad que recuerden La vida sale al encuentro, una novela que nos relata el duro rito de pasaje de un joven a quien, por desgracias de la vida, se le muere un hermano (y las niñas, que tendrían harto al escritor de tanto preguntarle por «Ignacio Sáez de Ichaso» o «Carlos Vega Ros»).
Pero para lo que hoy tomo prestado el título de la novela es para dar cuenta y razón del proceso de descomposición del PSOE. En su momento hablábamos de la deconstrucción del PSOE, hace aproximadamente dos años. Hoy ya ha dado un paso más y se está descomponiendo. O quizá no es descomposición, sino purga, lo cual sería tanto más grave porque la purga en sentido político lo es de disidentes, descontentos y contraopinantes diversos. En los partidos de izquierdas (ni siquiera ETA, cuya «ideología» es de izquierdas, se libra del cliché) la purga es equiparable al sacrificio ritual de los pueblos primitivos. En él los participantes se liberaban de sus culpas guiados por el chamán, que era el canal de conexión con los antepasados.
En el PSOE llevan una temporada de celebraciones que ya dura bastante. Comenzó con la minicrisis, que se llevó por delante a cuatro ministros (y el caso es que las cosas siguen igual o peor). Siguió la marcha de Rosa Díez del PSE, a quien es posible que sigan los Redondo, socialistas de tradición nada proclives a deslices nacionalistas, o Maite Pagazaurtundúa (difícil imaginar un apellido más vasco que ése: largo y rotundo, como tiene que ser, ¡ené!), cuya voz discordante en medio del silencio de los borregos le puede costar la expulsión (sin querer meterme donde no me llaman, opino que le harían un favor). Entre las bajas contamos también a Simancas y a Sebastián, tras el batacazo electoral. Ahí yo creo que no se perdió gran cosa y que, además, a Sebastián le impusieron el castigo de presentarse a las elecciones tras la pifia de la «Oficina Económica del Gobierno». Luego, el PSOE bailó la jota de los socialistas navarros («saca a Puras a mear y a Pepiño a pasear, ¡y el porrón!»)
En Valencia hay rumor sordo de navajazos. El último, el que le ha costado el cargo a Joan Ignasi Pla. Realmente, fue por un «ponme acá esos ladrillos». Eso, en teoría, no tiene nada de particular porque en ningún partido han faltado cargos que han confundido lo privado con lo público («está mal, pero todos lo hacen»). Lo cual, en cierta manera, anula el motivo. Quizá de lo que se trataba era de provocar una minicrisis para presentar al cesante Jordi Sevilla como «salvador de la barca». O quizá es que el señor Pla tenía tantos enemigos dentro de la casa que no se sabe quién le asestó la puñalada fatal. Pero es lo que ocurre con un partido en el que se forman banderías de interés personal y nada general (en alguna entrada próxima hablaremos de las baronías): cuando el partido es sometido un largo período de oposición, tarde o temprano se reparten navajazos para todo el que quiera y más.
Y ahora, Maragall. Parece que el Alzheimer, ese alemán molesto, le ha dado alcance. Creo que su mujer ya no era del PSC; y ahora se ha ido él. De todos modos, si se va de la política, cabe decir que se va harto. Como alcalde de Barcelona, tuvo la suerte de pillar las Olimpíadas del 92, que quedarán para siempre asociadas siempre a su nombre También es verdad que en su largo mandato frió la Ciudad Condal a impuestos olímpicos, pero en fin, vamos a hablar sólo de las cosas buenas, ¿no? Dicen que ha sido ZP (bueno, ahora «Z», como en una película de James Bond) quien le ha obligado a marcharse (y eso que Maragall lamenta ahora haberle dado el apoyo que le dio en 2000, pero eso ya no tiene arreglo). Claro que si yo fuera Ernest Maragall, también andaría escocido por la alargada sombra de un hermano al que yo le hubiera hecho todo el trabajo cuando él era alcalde y que, encima, sin ni siquiera tener cargo o representación en el Partido, brillase más que yo siendo conseller.
Lo raro —o no— es que no se haya producido movimiento alguno en Extremadura y Andalucía. Se conoce que el PSOE tiene las cosas muy bien atadas allí, amén de que los gobernantes socialistas se eternizan en sus cargos prácticamente sin oposición remarcable. Lo cual es como la primera regla del informático: «Si algo funciona bien, no lo toques». Otra cosa es que dicho funcionamiento redunde en beneficio del territorio gobernado. Por eso Andalucía va imparable al foso de las zonas deprimidas de la nación, aun teniendo el potencial que tiene y las gentes que tiene, que se merecen a alguien mejor que a Chaves de presidente. Y en Extremadura tres partes de lo mismo, aunque ya Rodríguez Ibarra haya prometido que no se presentará a las próximas elecciones.
En fin. Algo huele a podrido en el PSOE cuando las gentes significativamente díscolas con la dirección deciden abandonar el partido y tratar de «refundar la izquierda» desde una perspectiva más acorde con el respeto a la Constitución y con una visión más «nacional» de las cuestiones que nos afectan a todos.
Aguador, amigo, al parecer el olor a podrido, todavía, no es lo suficientemente intenso. Lo más preocupante es que las manzanas podridas del PSOE están coadyuvando a la descomposición del resto de las instituciones del país. Y lo más lamentable de todo es ver que el olfato de gran parte de los ciudadanos está ligeramente atrofiado. ¿Tendremos que esperar a que se pudra por completo la banasta para que pueda ser percibido el insoportable olor a podrido? Sólo nos queda esperar que la ciudadanía tire las manzanas podridas a la basura en las próximas elecciones.
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrada. Es magnífica. Admiro tu capacidad de síntesis.
Un saludo cordial
Precisamente hoy he comentado algo en mi blog acerca de las autonómicas andaluzas de 2008; y, de hecho, por no hacer demasiado extenso el blog, no he comentado nada del baile del PSOE en Andalucía, que venía al pelo para comentar esta entrada tuya.
ResponderEliminarde hecho, en Málaga, Pepín Martín delgado, ex rector de su Universidad, ha sido elegido para dirigir la campaña electoral que viene en Málaga de los socialistas. Pero ahí han volado los cuchillos porque hay una escisión prácticamente irreconciliable en la Agrupación socialista malagueña.
Y dentro del PSOE a nivel regional, las ultimas encuestas levantan ampollas; y hay quien achaca esta tendencia a la baja a que la reforma estatutaria respondió más a los problemas del PSOE en el conjunto de España, que a los problemas reales que tenía la sociedad andaluza.
P.s.- Yo también fui, en mi juventud, una lectora de las peripecias de Iñaki Sáez de Ichaso ;)
Amiga Calandria:
ResponderEliminarQuizá la podredumbre no es bastante intensa, pero ciertamente los signos evocados en la entrada son reveladores. El olfato de buena parte de los ciudadanos no es que esté atrofiado: es que, como en la época franquista, "ya no se meten en política", que es un coto cerrado para políticos y poco más.
Amiga Schwan:
Pues te tengo noticias, jeje. Parece ser que Martín Vigil ha sacado una edición "definitiva" de "La vida sale al encuentro", en la que incluye un prólogo y un epílogo con una carta de la viuda del protagonista (parece ser que falleció en Nimes de accidente de circulación con 28 años). La puedes encontrar aquí.
Saludos,
Aguador
Jai revienten...
ResponderEliminarAmigo HDZP:
ResponderEliminarA mí me da igual que revienten o que no, pero que no revienten España, por favor xD
Saludos,
Aguador
Parece que allí las cosas están tomando un tono y un olor muy agudos, lamentablemente.
ResponderEliminarAquí estamos en una cloaca directamente, desde hace ya casi 4 años. Intoxicados. Desafortunadamente, aún se acaben entre ellos, los países siempre tienen un costo moral y económico. Siempre. Y retomar la senda del buen andar toma un tiempo gastado en el atraso.
Claro que escuchando tú Video, el olor no es tan fuerte...
Un fraternal abrazo desde Argentina.
Anahí
Amiga Anahí:
ResponderEliminarEl precio de no exigir a los gobernantes que se rijan por una moralidad aceptable es que cuando toman responsabilidades de gobierno se enriquecen mientras el país se va al carajo y tampoco les importa que eso sea así.
Por supuesto, no necesito decirte que en España tienes tu casa y que cuando quieras nos echamos un matecito ;-)
Saludos,
Aguador
#aguador, gracias por el enlace; lo he leído y me han dado ideas de comprar la edición renovada y volverlo a leer.
ResponderEliminarEl prólogo que he leído me ha gustado. Ya te comentaré ;)
Amiga Schwan:
ResponderEliminarYo ya lo he encargado... ;-)
Saludos,
Aguador