Por su interés, reproducimos aquí un artículo de José García Domínguez aparecido en Libertad Digital con fecha de hoy.
A lo mejor deberíamos felicitar a la Cabrera por su valentía. A fin de cuentas, se ha atrevido a tomar la única medida eficaz con tal de acabar de una vez con las tasas ecuatoguineanas de abandono en el Bachillerato: suprimir por ley el propio Bachillerato. No obstante, podría haberlo reconocido abiertamente, sin ambages. ¿Para qué esa burda coartada de los cuatro suspensos? ¿Para engañar a los padres? Quizás. Aunque sólo a ellos. Porque todos los que hemos sido profesores alguna vez conocemos de antiguo la broma.
Hace muchos años que los presuntos bachilleres españoles saltan de curso con cuatro –o más– asignaturas suspendidas, sin traba alguna. Quien sienta curiosidad por descubrir cómo funciona un mercado persa, debería colarse en cualquier junta de evaluación final, de ésas que se concelebran en los institutos públicos todos los finales de julio. Y es que en la aritmética deontológica del probo docente LOGSE, dos ya solía significar cinco; por lo que el enternecedor cuatro de la Cabrera equivaldrá, ningún profano lo dude, a ocho, nueve o todo y más.
Ahora mismo, mientras me contemplo emborronando otra vez la pizarra, también vuelve a mi memoria la pobre R. ¿Qué habrá sido de ella? Catedrática de Geografía, definitivamente era un personaje de otra época; uno de aquellos profesores que imponían respeto sin necesidad siquiera pronunciar una palabra, sólo con la autoridad que desprendían sus formas. La pobre R. todavía se tomaba en serio su trabajo. Era de prever, pues, que entre un título oficial rubricado por el Rey de España y aquella docena de cafres acabaría interponiéndose su anacrónico sentido del deber.
Los suspendió. Y es que R. se negaba en redondo a mercadear en la junta. Atónitos, protestaron ante la Dirección. Alegaron, airados, que no sólo había rehusado evaluarlos a través de exámenes de los de poner crucecitas, sino que incluso se les prohibió consultar los apuntes durante la prueba. El director, inquieto por si el asunto llegaba a oídos del APA y a través de ella a la Inspección, optó por reunirnos a los demás profesores del grupo. Seríamos nosotros, mediante sufragio universal, libre, directo y secreto, es decir de un modo inatacable desde el punto de vista democrático, los llamados a pronosticar si los cafres sabrían de Geografía Universal o no. Triunfó el "sí" por aplastante mayoría absoluta, y a los cafres, igual que al resto, se les regaló su flamante título de Bachiller.
Me acerqué a estrecharle la mano cuando, sola, recogía sus cosas en el departamento. Después, se dirigió a la puerta de la calle. Nunca más la he vuelto a ver.
Comentario de uno de los cafres.- Be-e-e-e-e-e-e-h! - Viscacatalunya - Be-e-e-e-e-e-e-h -Mortalsespanyols - Be-e-e-e-e-e-e-e-e-h - PPtraïdoracatalunya - Be-e-e-e-e-e-e-e-e-e-h!
Comentario nuestro.- Transformación en catborrego completada con éxito.
Que interesante y aleccionador ha sido leer esto. Que bueno Aguador. Pues me entero, eres profesor. Que bien. Un abrazo, Martha Colmenares
ResponderEliminarTú votaste NO. Eres un hombre probo. Lo sé. Y con nostalgia recuerdas a R. Esto te honra.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Interesante el artículo, de verdad.
ResponderEliminarSaludos
¡Vaya lío! He leído el comentario de Martha y después he pensado que eras el profesor y que estabas comentando algo que te había ocurrido a tí.
ResponderEliminarEn las escuelas y en los institutos estas prácticas están a la orden del día y casi todos callan porque es más cómodo y porque no tienen vocación de "maestros". Son simples funcionarios que esperan el sueldo a final de mes.
Amiga Calandria:
ResponderEliminarJejeje... qué va, no soy para nada profesor. Estoy de acuerdo en tu apreciación. Hay profesores que callan, no solamente porque son funcionarios en espera del cheque de fin de mes (para eso se rompieron los cuernos en una oposición, ¿no?), sino porque temen las posibles "represalias" que les pudiera ocasionar una tal actitud subversiva y antirrevolucionaria.
Pero para tu consuelo, en el lugar del señor García Domínguez yo también hubiese votado NO.
Saludos,
Aguador
El sistema educativo ha caído en un tremendo desprestigio desde la LOGSE (Ley Orquestada por Gamberros Sin Escrúpulos). No solo es el bachillerato el que está sufriendo las consecuencias, también en secundaria se pueden presenciar atrocidades de nivel, organización y evaluación. En primaria los niveles han descendido hasta el infinito: hace poco, en una prueba de conocimiento, numerosos alumnos de sexto de primaria de Baleares no supieron situar Zamora en un mapa mudo y un elevado porcentaje dijeron que Soria había dejado de existir. Lo que me preocupa es tanta coincidencia. ¿No será que el profesor lo había dicho así? ¿Sería el profesor un cafre de la LOGSE? ¿Un descentrado de la LOCE? ¿O un pedagogo de la LOE? NO me extiendo.... Algún día os contaré lo que sucede con la Educación de Personas Adultas en Castilla y León y cómo los senadores del PP de Valladolid y Palencia se esconden cuando se les hace propuestas y no saben de qué va la cosa. Eso sí, se les llena la boca de calidad y excelencia...¡Fantasmas de la mediocridad!
ResponderEliminarDisculpadme por extenderme tanto.
Amigo Jesús Salamanca:
ResponderEliminarEn absoluto tienes que pedir disculpas. Hay conceptos que necesitan su espacio y también habemos personas que si podemos decir algo en cuatro palabras, no lo vamos a decir en dos. Por lo demás, tu comentario es muy interesante y añade más perspectiva a lo que José García Domínguez denuncia en Cataluña. Vamos, que en todas partes cuecen habas (y en casa de uno, a carretadas, jeje).
Saludos,
Aguador
Aguador:
ResponderEliminarMe tienes abandonado. Hace tiempo que te tengo presente en mi blog (BLOGS QUE LEO); pero veo que no aparezco en el tuyo. Estoy seguro que ha sido un olvido o falta de tiempo. Entre amigos...sinceridad.
Mis saludos cordiales
Jesús Salamanca