Con toda razón podéis llamarme «perezoso», si así lo deseáis. Hace la tira de días que me concedieron un TBA y aún no he pasado a «recogerlo». Incluso, no hace muchos días, un usuario llamado nefar —a quien mando un saludo desde la discrepancia ideológica— parecía echarme en cara que estos premios se conceden de forma «viral» y a los amiguetes. Bueno, pues sí. Mantengo lo que le dije: concederé antes un TBA a Martha Colmenares, o a Monsieur de Sans-Foy, o a los amigos Asomado, Gazulin, Decentes o Daniel que a la ínclita Ruby Marmolejo.
No es que esté en contra de los premios, ni mucho menos. De vez en cuando viene bien sacar un poco de brillo al ego y ver que lo que tú haces es reconocido por otras personas. Y de verdad que agradezco de todo corazón el ver que mis escritos son leídos, comentados y apreciados. Sin despreciar de ningún modo los TBA que amablemente me otorgáis, siento que mi verdadero premio está en que las ideas circulen. Que se comente, se discuta (civilizadamente, por supuesto) y se extienda allende la mar océana la funesta manía de pensar y de no aceptar porque sí ideas ajenas. ¡Quién iba a decir que, con los años, la izquierda progre que nos desgobierna (y por desgracia también en Venezuela, querida Martha) iba a convertirse en digna heredera de los persas del Manifiesto de 1823!
Con este calor que todavía hace debido al veranillo de San Martín, comprenderéis que el nivel de pereza me ha aumentado alarmantemente. Y que eso de buscar cinco blogs e individualizarlos con unas líneas de agradecimiento se me hace tremendamente cuesta arriba. Por otro lado, no comparto la opinión de Oscar Wilde de que «para hacer la crítica de un libro no es necesario haberlo leído». Me gusta saber de qué hablo cuando comento algún blog; pero el hecho mismo de buscarlo me obliga a leerlo a fondo… y de esta forma, estaría permanentemente amarrado a mi monitor, lo cual es una opción de vida cuando ésta está resuelta, pero no cuando no lo está. En esto me comprenderá bien el amigo Daniel, ahora que se echa al monte.
En fin, que espero que nadie se enfade si me tardo en recoger el TBA que me corresponda, pero creo que el mejor TBA que podéis darme es leerme y expresar vuestra opinión a través de un comentario, aunque sea en contra. En esto espero mantenerme fiel a Voltaire, cuando dijo aquello de «Detesto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo». Esto y no otra cosa es el fundamento de la libertad de expresión. Y si este blog, que nació sin ambiciones —cosa que os puedo prometer— sirve para que otras personas despierten y empiecen a pensar por cuenta propia, para que otras personas se sientan apoyadas en su acción más directa, habrá cumplido con creces su finalidad. Pienso en este momento en Martha Colmenares, a quien cerraron un blog con las excusas habituales de cualquier dictadura: contenido subversivo, etc. El próximo paso será, seguramente, declararla enemiga del pueblo y ahorcarla en efigie o quemar fotografías suyas… La típica escenografía nazi o estalinista para los políticamente irrecuperables como Martha. Así, pues, si mi blog ayuda a que personas como Martha puedan desempeñar su labor en contra de la tiranía, cumple de sobras su función.
En cuanto al TBA que me ha concedido Lobeznox, le estoy muy agradecido y por mi parte, señalo a todos los colegas del MAZP como merecedores de un TBA y, más ampliamente a la red Anti-ZP, en la que cualquiera que no tenga un bloque de cemento en la cabeza podrá encontrar contenidos interesantes.
Por último y al menos por hoy, me declaro oficialmente TBAperezoso. Hace muchísimo calor en mi ciudad y dejo para otro momento menos caluroso la tarea de señalar los blogs…
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