No lo puedo evitar. Ahora mismo me dan envidia los franceses —en rigor, el Gobierno francés—. No solamente porque el eje París-Berlín ya es algo a tener en cuenta en el mundo (adiós a Niza), no solamente porque Sarko ha llegado a presidente de Francia desde su condición de hijo de inmigrantes (ricos, sí, pero inmigrantes). Y me provoca sana envidia a los franceses la dureza con que éstos tratan a los etarras detenidos allí: les van a pedir nada menos que cadena perpetua, que es lo que nosotros deberíamos hacer con los susodichos y con quienes «alientan, comprenden y promueven» ese sentimiento de que quienes no piensan como ellos tienen derecho a morir, a largarse o a callarse.
Ya desde su puesto de Ministro de la Surété (nada que ver con el Inspector Clouseau), Sarko demostró no tener complejo alguno en colaborar con los vecinos del sur en detener etarras y de esa época datan los triunfos más resonantes de las FCS españolas frente a la barbarie terrorista. Yo era de los que saludaba con alegría ese cambio en la política francesa y, por el contrario, odiaba a Giscard y a Miterrand por mantener el santuario francés. Con Aznar de la mano de Jaime Mayor Oreja, ese vasco tranquilo pero no blando, terminaron los «años de plomo», los de los entierros de las víctimas a medianoche, el silencio mediático y sobre todo, el sentimiento de tener que dejarse matar porque la policía, «aunque sabían dónde estaban, no podían hacer nada». Mal que les pese a los progres.
Zapo está decidido a convertir a España en una potencia de cuarto orden, de un poder equiparable al de Angola o Uganda (con perdón de los angoleños o ugandeses), con el inestimable apoyo de los hermanos catalanes y de otros que tanto aquí como incluso en Galicia, jalean eso de la «nacionalidad regional». Han conseguido que, al menos de puertas adentro, mucha gente se avergüence de los símbolos patrios favoreciendo la detestable multiculturalidad. Entiéndaseme bien: no soy racista, pero las culturas y las personas —sobre todo éstas—, prefiero que se inserten en España con un orden.
Claro que teniendo a alguien como Zapo que le ha hecho el trabajo sucio (la España de hoy es irreconocible cuando se la compara con la España de Aznar, que aspiraba en Niza a mayores cuotas de poder), le petit Nicolas podrá sacar pecho ante nosotros durante muchos, muchos años.
Y el que venga detrás (sobre todo si es Rajoy), que se j…
¿Angola o Uganda? Más nos gustaría. Nos parecemos más a ese mosaico de naciones, nacionalidades culturales e identidades étnicas y religiosas que es Bosnia y Herzegovina. El trágico futuro (y el presente) de España pasa por los Balcanes.
ResponderEliminarAmigo República Rojigualda:
ResponderEliminar¡Pues va a ser que tienes razón! Ya hace años se avisaba del peligro de balcanizar España con tanta reivindicación nacionalista injusta. Zapo remeda aquí el papel de Pandora destapando la caja de los truenos, aunque en el caso presente el motivo es la conservación del poder...
Saludos,
Aguador
¡Vamos, vamos, un poco de ánimo! Ya queda menos para las próximas elecciones. Nos costará trabajo recuperar las antiguas cotas de poder en Europa pero lo conseguiremos. No puedo creer que vaya a ganar de nuevo el traidor e infame presidente que eligió el pueblo español en condiciones tan anómalas. ¡Ánimo, por favor! Confianza en el porvenir. Lucha diaria en los medios cercanos. Perderán estos indeseables que nos han abocado al borde del abismo.
ResponderEliminarSaludos
La progresía nacional ha menospreciado los avisos del PP sobre la balcanización de España recordando que desde AP se dijo lo mismo sobre el estado de las autonomías. Y lo cierto es que los de AP tenían razón, de aquellos barros vienen estos lodos. El estado de las autonomías ha dado alas a los nazionalismos y les ha colocado en posiciones hegemónicas, no ya a nivel regional sino a nivel nacional. A Zapo le debemos el haber acelerado ese proceso de degeneración nacional que llevaba en su seno el estado autonómico hasta el punto de dejar a España en el precipicio de su ruptura total.
ResponderEliminarEstoy con república rojigualda, ahora estamos en condicones de afirmar que el estado de las autonomías ha sido un tremendo error.
ResponderEliminar¿Tendría apoyo un partido que planteara la reforma constitucional para introducir la cadena perpetua?
ResponderEliminarNo solo me da envidia de los franceses lo que comentas Aguador, lo que mas envidio de ellos es su "nacionalismo único", porque aunque existen regionalismos llevados a ultranza, marselleses, parisinos, occitanos...en Francias solo existe una nacios: Francia.
ResponderEliminarEs trágico ver en una etapa del tour la sola bandera francesa, o alemana, o italiana o inglesa y en lo referente a España, banderas de todos nuestros rincones.
Es trágico saber que la Selección Española de lo que sea, no puede jugar en el Pais Vasco.
Es trágico ver como jugadores internacionales que han vestido la camiseta de la Selección Española de Fútbol, hacen apología del separatismo en partidos amistosos "de selecciones nacionales", como la vasca o la catalana (Etchebarría y Del Horno).
Es triste comprobar como jugadores de la selección española de futbol tapan la bandera de españa de sus medias y como la Federación Española no tiene arrestos para poner el Escudo de España en la Camiseta Nacional.
Da complejo saber que el mayor representante de la nación, el rey, en los únicos JJ.OO. celebrados en nuestro país tuvo que hacer su entrada al estadio olimpico bajo el Himno de la "nación catalana".
Pero lo mas triste es que todo esto pase bajo la protección del actual Gobierno, a quien importa mas el poder que la unidad nacional.
Triste también ver como los votantes del PSOE no dudarán un segundo en quebrar esa unidad de España y fomentar separatismos antes de que gane el PP unas elecciones.
Triste estar pagando un salario a todos esos diputados que abiertamente se declaran antiespañoles.
Triste que Laporta siga siendo presidente del Barça.
Triste que 1 voto nacionalista valga por 5 del resto de los votantes del país.
Pese al comentario esperanzador de calandria, sinceramente creo que la Zanja que Zapatero el Malévolo ha abierto en España en 4 años escasos va a costar otros 40 cerrarla.
Lamento con toda mi alma dar la razon a republica rojigualda, a sabiendas de que, o paramos esto ya, o no habrá quien lo pare...
"lo que mas envidio de ellos es su "nacionalismo único""
ResponderEliminarNooooooo. No te dejes confundir por los que quieren destruir España. Esos son nacionalistas, los que defendemos a España no somos nacionalistas españoles, somos patriotas, cosa muy distinta. Igual que los franceses, que son todos muy patriotas, no nacionalistas.
"Lamento con toda mi alma dar la razon a republica rojigualda, a sabiendas de que, o paramos esto ya, o no habrá quien lo pare..."
Nunca creí en el estado de las autonomías, por eso su fracaso no me defrauda. Entiendo que lo lógico en todos los que en su día creyeron a pies juntillas en todo el paquete de la Constitución del 78 hoy se sientan defraudados, salvo que estén de acuerdo con que el objetivo con el que se hizo (romper España) se esté llevando a cabo a rajatabla.
Todos sabemos por qué se escribió el Título VIII de la Constitución: los nacionalistas (especialmente los vascos) no hubieran aceptado un Estado "centralista" al modo francés y, por otro lado, también había mucha gente a quien le espantaba un Estado federal al modo de los USA y mucho menos deseaba que las nacionalidades "históricas" se declararan independientes, como ocurrió durante la guerra civil.
ResponderEliminarEl legislador constituyente tuvo que aceptar la doctrina del "café para todos", con la consecuencia de que ahora parece que van a romper la cafetera. Como ya se ha dicho, la bestia nacionalista es insaciable.
También me apunto al comentario del amigo Asomado. Cuando estuve en México, trataba de explicar a los amigos de allá "esto" de las autonomías y toda la carga emocional que conlleva, y no lo entendían. Porque allí, ya sean de Michoacán, de Chiapas, de Sonora o de Nayarit, son todos mexicanos a pesar de los problemas que pueda haber.. Y lo mismo en Alemania: bávaros, sajones, prusianos... podrán tener sus diferencias entre ellos, pero todos se sienten alemanes a la hora de la verdad.
En España, por desgracia, eso es imposible todavía en democracia.
Aguador, lo de café para todos siempre me ha parecido un eufemismo. Café para todos, sí, pero mucho más para unos que para otros, ese es uno de los problemas.
ResponderEliminarpor poner una nota humoristica, supongo que en Inglatera, té para todos, no?
ResponderEliminarSiguiendo con la nota humorística del amigo Asomado, mientras en el resto de España hay café para todos, aquí en Cataluña sería "Aromas de Montserrat para todos", en Euskadi "txakolí para todos" y en Galicia "oruxo para todos". Y cualquier día vemos a Andalucía establecer que el que no aguante una copita de Ojén, que se vaya. Y es que ya se sabe que los nacionalistas no son como los demás... xD
ResponderEliminarSaludos,
Aguador