Somos unos cuantos los que opinamos que la situación actual española (tal vez la europea) se empieza a parecer alarmantemente a la de la Europa de los años 30. Parece que vuelven los fantasmas. España, gracias a un gobernante que no se sabe si es inepto o malvado o las dos cosas a la vez, se está dividiendo ideológicamente en dos (vuelve Machado también: Españolito que vienes al mundo...), como ocurrió en tiempos de la República: gobernantes ineptos o malvados (o las dos a la vez) no pudieron impedir la división en dos de España.
La Europa de los años 30, sumida en el hedonismo más decadente, creía poder frenar el irresistible ascenso de los totalitarismos porque existía una organización de cuño supranacional llamada "Sociedad de Naciones" (antecesora de la ONU y tanto o más inoperante que ésta) constituida como última instancia en los conflictos entre naciones. La Unión Soviética pillaba lejos a los señores Chamberlain y Daladier, el uno con su five o'clock tea y el otro felicitándose de vivir en la douce France; aunque tan totalitaria era como la Alemania nazi.
Hoy España se desliza lentamente hacia la división. De hecho, la división ideológica está consumada gracias a Zapo y sus secuaces, en un aquelarre en el que han invocado a todos los fantasmas de la guerra civil, con óptimos resultados que a la vista están.
París se frota las manos: es su venganza frente a los tiempos en que Aznar avergonzaba a Francia por el hecho de que un pays de troisième cumpliera los criterios de convergencia europea y Francia recibiera tirones de orejas por no cumplirlos. El orgullo de Francia podía tolerar (y no mucho) ser superada por Alemania, porque son superiores, a fin de cuentas y no queda más remedio que reconocerlo. Pero no se podía consentir que esos cochons d'espagnols tuvieran más peso en el concierto de las naciones que la gran Francia, mon cher. Con estos "amigos", ¿para qué quiere uno enemigos?
Rabat también se frota las manos porque aunque lo de Perejil "salió mal", están poco a poco colocando picas en Al-Andalus, con lo cual conquistarán Al-Andalus sin dar un solo lanzazo, como en Barbate o La Janda. Alá es grande y sabio, desde luego que sí. Mucho más que nuestro desgobierno. Y Zapo va a Rabat a tragar arena, sapos y culebras en nombre de la "Alianza de Civilizaciones" y de las "relaciones de buena vecindad".
Europa es hoy un poco más radical que hace apenas diez años. En la Eurocámara alientan ideologías de los nuevos socios descaradamente racistas.
Locke dijo hace cuatro siglos: "Hay que ser tolerante con los tolerantes e intolerante con los intolerantes". Esperemos que Europa no pierda los papeles por ser excesivamente "tolerante".
Ya sabes que no hay mar sin sal, ni azucares amargos. Pero cortos de luces "haylos" a porrones o montones. Un abrazo amigo mio.
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